Número 114 - 2ª Quincena Febrero 1997.


Rodriguez-Ponga: "Cuando pase el debate político de los 200.000 millones, las oficinas técnicas serán más rápidas en resolver"

Convertir al REAF en la organización más importante de asesores fiscales, objetivo prioritario de su nuevo presidente


Estanislao Rodríguez-Ponga, inspector de Finanzas del Estado en excedencia y en la actualidad director del departamento de Asesoría Fiscal de Caja de Madrid, es desde principios de este año el nuevo presidente del Registro de Economistas Asesores Fiscales, REAF, órgano del Consejo General de Economistas cuyo objetivo fundamental es la ordenación del ejercicio profesional de los economistas en materia de asesoramiento fiscal. Dispuesto a potenciar la figura del economista asesor fiscal, quiere que el REAF sea punto de referencia para la Administración, mostrándose especialmente crítico con el modelo del IRPF de 1979 al que considera "agotado en sí mismo" y principal causante del "altísimo" nivel de fiscalidad y del elevado fraude existente.

ECONOMISTES. Tras su acceso a la presidencia, ¿qué objetivos se ha fijado para potenciar la figura del economista asesor fiscal?.

ESTANISLAO RODRIGUEZ-PONGA. Básicamente pretendemos convertir al REAF en la organización más importante de asesores fiscales, que constituya un punto de referencia imprescindible para la Administración tributaria y el núcleo de un futuro e hipotético registro oficial de asesores fiscales. Además de esta línea principal, de cara a los asociados pretendemos mejorar y aumentar los servicios que prestamos, todo ello sin aumento de cuotas.

EC. ¿Podría concretarnos algún aspecto en el campo de los servicios?.

E.R-P. Pretendemos aumentar nuestra oferta de revistas, superar la calidad de nuestras propias publicaciones y mejorar la biblioteca. Otro punto importante es insistir en la formación con proyectos como un master, a distancia, en asesoría fiscal que pueda servir, en el futuro, para constituir una especie de programa de acceso al REAF. También queremos mejorar las normas técnicas de la asesoría fiscal, que se publicaron en el año 1991, pero que es necesario actualizar. Por último, pretendemos profundizar en el tema informático integrándonos en Internet para que los despachos tengan acceso a documentación fiscal y abordar un aspecto importantísimo como es la mejora de la imagen de la profesión, difundiendo y potenciando la figura del economista asesor fiscal.

EC. Usted aseguraba que uno de sus objetivos es ser punto de referencia de la Administración, ¿quiere decir que no lo ha sido hasta ahora?.

E.R-P: Sí existe un cierto reconocimiento pero queremos que sea mayor, es decir, pretendemos participar más activamente en la elaboración de normas y proyectos, e incluso, ser punto de referencia y que no sólo se nos oiga sino que se nos tenga en cuenta, a la hora de establecer cambios normativos.

EC. ¿Contemplará también entre sus objetivos la regulación del asesoramiento fiscal y la lucha contra el intrusismo?.

E.R-P. La regulación no la veo clara y me da la impresión de que las autoridades fiscales tampoco ven clara la regulación del estatuto del asesor fiscal por cuanto es una cuestión que no sólo afecta a los economistas, sino también a más colectivos. Si las autoridades no deciden ir por ese camino, yo creo que sí debemos ir nosotros por el camino de la autoregulación, que consistiría en un programa de acceso que podría ser el futuro master que se diseñe junto a unas prácticas y luego, también, una especie de sello de calidad al que se pudieran adherir voluntariamente. Con toda esta argumentación, enlazo con la segunda parte de la pregunta referida al intrusismo porque si los economistas asesores fiscales nos distinguimos por nuestra autoregulación y por nuestra calidad, cuando esto sea reconocido por la sociedad el intrusismo disminuirá. Yo distinguiría entre dos tipos de intrusismo, el propiamente dicho que es el derivado del uso de la denominación economista asesor fiscal por aquellos que ni siquiera son economistas; la lucha en este campo corresponde a los colegios, porque además, se da la utilización indebida de un título. El segundo tipo de intrusismo es el de los que dicen que son asesores fiscales porque se han comprado unos libros o porque han hecho algún curso de fiscalidad en algún sitio y con eso ya se llaman asesores fiscales; ésta que es una práctica muy difícil de perseguir, pensamos que la mejor manera de combatirla es a través de la calidad.

EC. A su juicio, ¿cuál debe ser el marco de relación entre el REAF y los colegios de economistas?.

E.R-P. No podemos olvidar que el REAF está integrado por economistas que, a su vez, están integrados en su colegio. Tiene que darse, por tanto, una relación muy estrecha. El REAF no podría existir si no existieran los colegios por lo que queremos una mayor participación de los asesores fiscales a través de sus colegios y dar mayor protagonismo a las comisiones de fiscal de los distintos colegios, recogiendo sus sugerencias y transmitiéndolas a través del consejo directivo.

EC. Como experto en materia fiscal, nos gustaría que nos comentara las novedades tributarias más relevantes que se van a poner en marcha durante este año 1997.

E.R-P. Se va a poner en marcha el reglamento del impuesto sobre sociedades que saldrá el primer trimestre, también está pendiente el que regula las sanciones tributarias en desarrollo de la ley general tributaria así como el reglamento sobre el fraude de ley. Por otro lado, hay que recordar que el ministerio ha anunciado la presentación del libro verde para la reforma del impuesto sobre la renta, aunqe eso ya no es una modificación inmediata.

EC. Introducidas estas novedades, ¿en qué punto encontraremos la reforma del sistema fiscal?.

E.R-P. La reforma del sistema fiscal no ha hecho más que empezar. Los primeros pasos se dieron con los decretos leyes de junio, el nuevo régimen fiscal de las plusvalías y alguna otra modificación que hubo en el impuesto sobre sociedades que se ha plasmado en la ley 10/1996 sobre la deducción por doble imposición de dividendos y los incentivos a la internacionalización de las empresas, pero yo creo que esto es sólo el principio, porque el impuesto de la renta necesita una reforma muy profunda ya que es un modelo que viene del año 1979 y que, a pesar de sus modificaciones, está agotado en sí mismo, por lo que sufrimos un nivel de fiscalidad altísimo combinado con un fraude elevado, lo que quiere decir que hay gente que paga muy poco y otros que pagan mucho en porcentaje.

EC. Hay un tema de plena actualidad, el estatuto del contribuyente; ¿qué papel cree que debería jugar el economista en ese nuevo marco que se dibuja?.

E.R-P. El estatuto es un avance importante puesto que, por primera vez, se reconocen derechos al contribuyente. Para el economista asesor fiscal va a ser una buena herramienta de su trabajo porque precisamente seremos nosotros los que deberemos exigir o velar por el cumplimiento de ese estatuto por la Administración, en defensa de los derechos de nuestros clientes que son los contribuyentes y de nosotros mismos que también lo somos.

EC. Por último, otro tema de gran actualidad es el tema de los 200.000 millones, ¿cómo cree que va a repercutir este tema en la futura relación entre la Hacienda pública y el contribuyente?.

E-R-P. Sinceramente, creo que es un debate político aunque con el tema fiscal de fondo. Creo que cuando pase un poco el debate político, las aguas se tranquilizarán y no creo que repercuta seriamente en las relaciones entre los contribuyentes y la Administración. Sin embargo, sí creo que a partir de ahora las oficinas técnicas serán más rápidas en resolver, lo que, probablemente, suponga que confirmen en un mayor número las actas de inspección, con lo cual perdería, un poco, el sentido que antes tenía la revisión de las actas en profundidad.

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