José Viñals comenzó su conferencia celebrando los
resultados del primer examen de Maastricht conocidos el pasado 25 de marzo:
la publicación de los informes de la Comisión Europea y del
Instituto Monetario Europeo (IME) que recomiendan la entrada de once
países en la Unión Económica y Monetaria (UEM). Asimismo
repasó la historia del proyecto de la Unión Monetaria (UM)
y la moneda única como culminación del mercado único
y la UEM.
Los informes confirman que España cumple los criterios de convergencia,
pero como advirtió Viñals, quien pronunció una conferencia
invitado por el Club de Economía y Dirección el pasado 26
de marzo, el reto ahora es demostrar que la economía española
puede mantenerse dentro del euro. Para dar a conocer la magnitud del reto,
el ponente dedicó el resto de su intervención a hablar de
cuatro cuestiones:
- establecer conceptos previos y repaso del calendario,
- cómo se ha preparado la economía española para
el euro y los factores fundamentales que han permitido este éxito,
- consecuencias principales que entraña la llegada del euro,
- reflexión sobre el papel del euro en el Sistema Monetario
Internacional y su competencia con el dólar.
LA UNIÓN MONETARIA Y EL EURO.
La UM supone un big-bang monetario y financiero. El uno de enero de
1999
se pasará de políticas monetarias diferentes llevadas
a cabo por los bancos centrales nacionales, a una única política
monetaria con una única autoridad monetaria y una moneda única.
Viñals recalcó la diferencia entre unión monetaria y euro: la unión monetaria consiste en una política monetaria única -implementada por el Banco Central Europeo(BCE)- más la moneda única (el euro), mientras que el euro es un componente de la unión monetaria.
A continuación se recordó el calendario de implantación: una vez hecha la recomendación de la Comisión y del IME a los jefes de Estado y de Gobierno sobre los países que cualifican para su entrada en la UEM, éstos se reunirán en los primeros días de mayo para convalidar esa recomendación y para anunciar los tipos de conversión de las monedas de los países participantes. El uno de enero de 1999 se adoptarán los tipos de conversión preanunciados, con la introducción jurídica del euro (que tendrá existencia jurídica y contable, si bien no física), mientras que las monedas nacionales dejarán de ser monedas para pasar a ser expresiones del euro en las unidades monetarias de cada país. En esa fecha el BCE empezará a aplicar la política monetaria única, adoptando los tipos de interés adecuados para el conjunto de la UEM. Desde el uno de enero del 2002 hasta el uno de julio del 2002, será el período de canje de los billetes y monedas nacionales por billetes y monedas en euros.
También aludió a los tres principios básicos que regulan el paso de las monedas nacionales a euros: el principio de equivalencia legal entre las unidades monetarias nacionales y el euro durante el período de coexistencia de ambas, el principio de no obligación-no prohibición y el principio de continuidad de los contratos.
EL CAMINO HACIA LA CONVERGENCIA.
En primer lugar, el conferenciante repasó la evolución de los indicadores referentes a los criterios de convergencia hasta su cumplimiento en la actualidad y destacó la calidad de esta convergencia: ha habido mayor crecimiento, pero también reducción de la inflación, además la recuperación económica ha sido compatible con un menor déficit exterior. Se ha dado tanto equilibrio externo como equilibrio interno. El déficit público también ha caído.
En segundo lugar, destacó las razones fundamentales que hicieron posible este comportamiento tan favorable de la economía española en los últimos años:
- la convergencia política ha sido la primera prioridad política
de los dos últimos Gobiernos, con el apoyo de toda la clase política
y de los agentes económicos y sociales. Se produjo un cambio en
el régimen de política económica y las medidas de
política económica se han orientado a la consecución
de los objetivos de Maastricht.
- la contribución de la política monetaria, especialmente
en cuanto a la reducción de la inflación, que se hizo más
eficaz a partir de 1994 con la independencia del Banco de España,
quien tiene la estabilidad de precios como objetivo principal.
- el rigor de la política presupuestaria para reducir el déficit
público, ajuste que se ha conseguido vía reducción
del déficit primario (caída de gasto público, inversión
pública, transferencias y consumo público), y
- las políticas de reforma estructural: reformas laborales,
desregulación y liberalización de algunos sectores para fomentar
la competencia.
Viñals señaló que estas medidas eran, no obstante,
insuficientes porque el reto es convertir este comportamiento económico
en algo que perdure a lo largo del tiempo.
CONSECUENCIAS QUE ENTRAÑA LA LLEGADA DEL EURO.
La magnitud del reto es aún mayor si se tiene en cuenta que dentro de la UEM el entorno será más estable, pero también más exigente. ¿Qué hará este nuevo entorno más exigente? He aquí algunas de las causas:
- la transparencia de precios, que aumentará la competencia en todas las actividades,
- la pérdida del tipo de cambio como instrumento de ajuste para recuperar la competitividad. Habría que tratar de evitar esas pérdidas de competitividad y que los costes y precios estén en línea con los de los países competidores,
- la política monetaria única implica que los tipos de interés oficiales serán los mismos para todos los países de la UEM, es decir, los que convengan en promedio al conjunto de países de la zona euro, no sólo a España. Además, la política monetaria única estará orientada a mantener unas tasas de inflación muy bajas,
- las políticas presupuestarias serán más rigurosas que hasta ahora, condicionadas por el Pacto de Estabilidad, que demanda déficits públicos cercanos al 1% (inferiores al 3%) o con ligero superávit.
En suma, este nuevo entorno más exigente no permitirá ya “las vías de ajuste que proporcionan las políticas económicas monetarias y fiscales relativamente diferenciadas y activas”, sino que “la buena marcha de la economía descansará más en la capacidad de las empresas y los mercados para funcionar más eficazmente y para adaptarse con mayor flexibilidad a las condiciones que trae consigo la UEM”: menos ajustes a nivel macroeconómico a cargo de las autoridades, y más ajustes a nivel micro propiciados por el sector privado. Pero este entorno más exigente que requerirá esfuerzos considerables traerá consigo ventajas potenciales que nuestra economía debe aprovechar: la consolidación del euro posibilitará una mayor expansión del comercio exterior con los beneficios que éste reporta, gracias a la eliminación de la incertidumbre cambiaria (última barrera al comercio exterior); las políticas monetarias y fiscales más austeras y rigurosas dotarán de mayor estabilidad a la zona euro, también existe evidencia empírica acerca de la mayor renta per cápita que tienen los países que adoptan este tipo de políticas económicas más rigurosas.
PAPEL DEL EURO EN EL SMI.
Las cuestiones fundamentales que hay que plantearse respecto al futuro del euro dentro del Sistema Monetario Internacional en relación al yen y al dólar, tienen que ver con el tipo de interés y con el tipo de cambio del euro.
Las decisiones acerca del tipo de interés las tomará el BCE y en ellas participarán los once gobernadores de los países de la zona euro y seis consejeros. Viñals aventuró que esos tipos de interés en 1999 no divergirán mucho de los que existan en diciembre de 1998 en los países más estables de la UE (léase Alemania) y vaticinó que serán más altos que en la actualidad.
En cuanto al tipo de cambio, el BCE no adoptará objetivos específicos
y éste será el que resulte compatible con los tipos de interés
que el BCE considere adecuados para mantener la estabilidad de precios.
En principio, habrá una flotación del tipo de cambio del
euro.
A continuación, se abordó el tema de la rivalidad del
euro con las otras monedas del SMI considerando diversos factores. En primer
lugar, la mayor o menor calidad del euro frente al dólar. La calidad
de una moneda para su uso como moneda internacional dependerá del
mayor o menor rigor de las políticas monetarias y fiscales
que la sustentan respecto a las políticas económicas del
resto de monedas del SMI. En el caso del euro, la calidad de las políticas
económicas será similar a las estadounidenses (políticas
presupuestarias rigurosas, un banco central independiente con objetivo
de baja inflación y estabilidad de precios, al igual que en la UE),
así que la calidad del euro debería ser comparable a la del
dólar.
Un segundo factor a tener en cuenta sería la dimensión económica y comercial: la participación de la zona euro en la economía mundial en relación con el dólar determinará la fortaleza relativa de ambas monedas en el medio plazo. Tanto el tamaño económico en relación al tamaño mundial como el peso en el comercio mundial y el grado de apertura al exterior (indicadores de la participación sobre la economía mundial) son similares en ambos casos (euro y dólar).
El tercer factor clave es la dimensión financiera y el grado de desarrollo de los mercados financieros. Éste es el factor diferencial del euro frente al dólar: el tamaño de los mercados financieros que se negocian en dólares en Estados Unidos es el doble que en Europa. Para que el euro pueda rivalizar como moneda vehículo del SMI, como moneda reserva, los mercados financieros en la UE deberán equipararse a los existentes en Estados Unidos. La adhesión de la libra esterlina a la UEM reduciría estas diferencias al incorporar los mercados financieros de la city. Es decir, habría que mejorar el grado de desarrollo de estos mercados en Europa o supondrá un obstáculo importante para que el euro tenga un papel preponderante en el SMI.
Para finalizar, Viñals apuntó que aún falta mucho
por hacer y recordó que la UEM supone un reto formidable para la
economía española, pero también grandes oportunidades.
Elena Rocher
(*) Miembro del COEV