(*) Norberto
Rius Navarro
Metidos de lleno en la vorágine
de información bélica sobre estos países, centros
de atención mundial en estos momentos, quizá no nos hemos
detenido un momento a analizar, desde el punto de vista económico,
las posibles repercusiones que sobre nuestra economía podría
tener el conflicto bélico.
De entrada y con independencia
de cualquier otro factor o valoración que se pueda hacer sobre el
conflicto, totalmente ajeno a este breve análisis del comercio exterior,
podemos afirmar que en el caso de Afganistán las repercusiones son
nulas y, en el de Pakistán tampoco son significativas.
Este tipo de análisis
económico nada tiene que ver con decisiones tan drásticas
como son las de iniciar una guerra, pero determinados datos son como mínimo
anecdóticos. Por ejemplo, durante el año 2000, el 25% de
las exportaciones pakistaníes tuvieron como destino los Estados
Unidos y el 35% de las inversiones en Pakistán procedieron de USA.
Este sencillo dato, y otros más de tipo económico, ¿pueden
haber influido sobre la posición actual del gobierno de Pakistán?.
Las exportaciones de España
a Afganistán, país con una población de 23 millones
de habitantes, son sencillamente irrelevantes. Para dar un dato mucho más
actualizado podemos informar que durante los primeros siete meses del año
en curso (2001), nuestras exportaciones han ascendido a 16 millones de
pesetas frente a los 41 millones del mismo período referido al ejercicio
anterior. Por tanto, se han reducido a menos de la mitad.
En cuanto a las importaciones
españolas procedentes de Afganistán, dentro de la misma insignificancia,
durante el mismo período del año 2001, han ascendido a 167
millones frente a los 34 del mismo período del ejercicio anterior.
En este caso, nuestras importaciones en el actual ejercicio se han multiplicado
por 5 respecto al mismo período del ejercicio anterior.
Los productos exportados
son varios y no coinciden de un año a otro. Así en 1999 se
exportaron películas y placas fotográficas y en el año
2000 el 43% fue para ascensores y montacargas y el 22% para papel de fumar.
Nuestro comercio con Pakistán
(más de 140 millones de habitantes y renta per capita de poco más
de 500 dólares) presenta mejores resultados, pero poco importantes
si consideramos la dimensión del país. En el año 1999
el total de nuestras exportaciones ascendieron a 6.045 millones de pesetas,
cifra insignificante con relación a nuestras exportaciones totales
(12 billones de pesetas), pero de cierta magnitud.
En el año 2000 las
exportaciones ascendieron a 7.280 millones de pesetas, lo cual supone un
incremento significativo de un 20,42%; durante los primeros siete meses
del presente año nuestras exportaciones se han situado en 6.265
millones (un 21,33% mas que en el mismo período del año anterior.
La tendencia como se observa
es muy positiva.
Los productos exportados
son muy diversos destacando en el año 2000 las baldosas y losas
de gres que con 859 millones (un 87% de incremento con relación
a 1999) supusieron el 9,02 del total de nuestras exportaciones. Otros productos
destacados son los químicos (5,35%/total), alambre para bovinar
(5,05%/total) y aceites para motores (3,98%/total).
Evidentemente, tendremos
que esperar a conocer los datos de los últimos meses para evaluar
los efectos del conflicto bélico. Aquí si podremos asegurar,
si las cifras descienden, que la guerra ha supuesto un perjuicio económico,
por lo menos, a las empresas afectadas. Queda claro que los efectos de
esta crisis todavía no se pueden evaluar de una forma objetiva y
en términos cuantitativos. Analizarlo con todo detalle nos dará
la información exacta.
|