Número 231
- 2ª Quincena Septiembre de 2002.
Naturaleza,
metodología y conclusiones
en
la valoración de empresas
La valoración de empresas es, sin duda, una de las tareas más específicas a las que se puede enfrentar un economista en el ejercicio de su profesión. El artículo que se expone a continuación resume los puntos más importantes que se trataron en el Seminario sobre Valoración de Empresas, que organizó la Escuela de Economía del COEV, y fue impartido por Artemio Milla, economista consultor de empresas.
(*) Antonio Alonso Sampedro
Valorar una empresa supone buscar su valor intrínseco, para lo cual deberemos obtener una estimación objetiva del valor actual del negocio. En definitiva, cuantificaremos su patrimonio o lo que es lo mismo, el valor de sus acciones. Ese valor vendrá expresado por un intervalo o rango de tolerancia aproximativo a un valor puntual.
La cuantificación del valor de una sociedad normalmente vendrá determinada por procesos de compraventa, pero también por separaciones o incorporaciones de socios, ampliaciones de capital, fusiones, operaciones de management by out o incluso para diagnosticar la gestión de sus directivos. En estas situaciones las partes interesadas precisarán de una aproximación cuantitativa que les posicione en sus estrategias de negociación para así alcanzar un precio de consenso, que no deberá ser necesariamente coincidente con los de valoración obtenidos.
La fijación del precio
final establecido tras la negociación dependerá de tres características
inherentes a cada proceso:
- El tipo de transacción
como las salidas a Bolsa, las OPA´s, las negociaciones privadas,
las que afectan a empresas en dificultades, etcétera.
- La motivación de
las partes que vendrá determinada por las expectativas del comprador
(poder, rentabilidad, estrategia) y las del vendedor (necesidades de dinero,
supervivencia de la sociedad, estrategia).
- La cuantía y naturaleza
de los títulos a transmitir (tomas de poder, eliminación
de socios, etcétera) que fijarán las diferencias entre el
valor teórico y el efectivo de transmisión.
Un acertado proceso de valoración
deberá sustentarse en dos pilares fundamentales: la información
y la metodología.
La información porque
nos obligará a conocer a la empresa tanto en sus características
internas (administrativas, productivas, financieras, comerciales y de recursos
humanos), como externas (tipología de sector, competencia, proveedores,
coyuntura económica, clientela, legislación, etcétera).
La metodología porque
nos basaremos en cálculos y en predicciones financieras que deberán
ser siempre justificadas al explicar el valor obtenido.
METODOLOGIA
Los métodos de valoración
que trataremos en el presente artículo se referirán a empresas
no cotizadas en Bolsa. Las empresas cotizadas definen su precio a través
de la cotización de sus acciones en los mercados de valores, si
bien para la determinación de su valor intrínseco habrá
que acudir también a métodos de valoración.
Todos los métodos
se regirán por dos principios básicos de valoración:
- El valor de una empresa
es el de su patrimonio neto, que dependerá de la rentabilidad que
se espere obtener del mismo.
- Toda valoración
de un bien deberá reflejar su valor actual neto (VAN)
Inicialmente podemos dividir
los métodos de valoración en simples (estáticos
o dinámicos en función de su consideración del presente
o futuro respectivamente) y compuestos (combinan el presente y el futuro
simultáneamente).
Los métodos simples
estáticos al basarse en la situación actual de la sociedad,
lo que valoran es su historia. Los más representativos son el valor
teórico contable (VTC), el valor sustancial (VS) y el valor liquidativo
(VL).
Los métodos simples
dinámicos atienden a la situación futura de la empresa por
lo que la valoran según su capacidad de generar recursos. El principal
y más usado en la práctica profesional es el de Los flujos
de caja descontados, quedando en un plano teórico los de beneficios
descontados y dividendos descontados.
Los métodos compuestos
no serán desarrollados en este artículo, aunque si mencionaremos
los más utilizados:
- Indirecto
- Valor Sustancial + n
Bº
- Directo o Anglosajón
- Superbeneficios
- Capitalización
de la renta good-will (UEC)
- Actualización de
la renta good-will.
El Valor Teórico Contable
Define el valor de una empresa
como el valor contable de los recursos propios o del patrimonio neto (activo-pasivo)
que, en definitiva, no es más que el valor de las acciones.
Su cálculo se puede
desarrollar según dos procedimientos que nos llevan a un mismo resultado:
VTC = PNC = A Pe
VTC = PNC = RP -
Af (activos ficticios)
El VTC es un método de cálculo sencillo y simple de comprender que maneja la información del balance de situación. No obstante, presenta algunos inconvenientes como la discutible fiabilidad en muchos casos de esta información, la influencia de los criterios fiscales o la ausencia de consideración del valor de mercado de los activos y pasivos.
El Valor Sustancial
No es más que el
VTC valorado a precios de mercado y no a valor contable. Es decir:
VS = A Pe (a valores
de mercado)
Para su cálculo deberemos considerar especialmente aquellas partidas cuyo valor contable es distinto al de mercado (las existencias, el inmovilizado material, el inmaterial y el financiero) y aplicarles criterios de regularización (valores periciales, valores del mercado de segunda mano, valor de realización, etcétera).
El Valor de Liquidación
Valora la empresa atendiendo
al valor de liquidación de sus activos y pasivos incluyendo los
costes de cese de actividad (pasivos laborales, honoraros profesionales,
pérdidas por urgencias en la liquidación, quebrantos por
cese de actividad, etcétera).
El cálculo podríamos
formularlo así:
VL = Am Pm CS
(costes de cese)
Los Flujos de Caja Descontados
Este criterio actualiza
los flujos de caja futuros obteniendo el valor de los activos de explotación,
lo que sería análogo al valor de la deuda más el de
los recursos propios.
Su cálculo, de forma
genérica y atendiendo al criterio del Valor Actualizado Neto (VAN),
se podría formular así:
VFCD =
donde i es el coste medio
ponderado de los capitales (CMPC) o WACC (Wheight Average Cost Of Capital).
Se trata del método
más utilizado porque mide la capacidad de generación de recursos
considerando el riesgo operativo y el financiero, además de las
inversiones necesarias. Asimismo, valora las diferentes unidades de negocio.
Sin embargo, su cálculo
no es sencillo al tener que estimar las proyecciones de flujos de caja
y su histórico de reinversión, el coste de los recursos propios
y el valor residual.
Desarrollando el método, podríamos definirlo desde otra perspectiva diciendo que el valor de la empresa es la suma del valor de mercado de los activos no afectos al negocio (VANAN) más el valor intrínseco de los activos afectos al negocio (VAAN), deduciendo la deuda si procede.
Los VAAN a su vez serán
la suma del valor actual de flujos de fondos para el horizonte temporal
contemplado (se deberá considerar aquel período que recoja
íntegramente un patrón de conducta) más el valor actual
del valor residual.
El Valor residual lo podremos
obtener a partir de dos criterios, el de los métodos estáticos
(VTC, VS, VL) o bien calculando el valor actual de los flujos de fondos
libres o free cash flow (FCF) mediante la siguiente fórmula,
VR =
donde g es la tasa de crecimiento
del FC y k la tasa de actualización.
Los FCF son aquellos flujos
de fondos que no consideran la deuda ni los movimientos de fondos que ésta
genera (capital e intereses). La tasa de descuento es k, es decir, el
coste del capital o el coste medio ponderado de los capitales (CMPC). Su
descripción analítica sería:
BDIAI (beneficio después
de impuestos pero antes de intereses)
+ A (amortizaciones y otros)
= CFG (cash flow generado)
+ CFOI (cash flow de las
operaciones de inversión)
+ CFNOF (cash flow de las
necesidades operativas de fondos)
= FCF o CFO (free cash flow
o cash flow operativo)
No obstante, existe otra
opción para el análisis de los flujos de fondos que se denomina
flujos de fondos para las acciones (CFF) donde sí se considera la
deuda y los movimientos de fondos que ésta genera. Aquí la
tasa de descuento es r o coste de los recursos propios. Veamos su descripción
analítica:
BDII (beneficios después
de impuestos e intereses)
+ A
= CFG
+ CFOI
+ CFNOF
= CFO
+ CFD (cash flow de la deuda)
= CFF (cash flow financiero)
CONCLUSIONES
La valoración de
empresas deberá ser mucho más que la búsqueda de un
valor para convertirse en una potente herramienta de gestión que
nos informe sobre el objetivo último de todo negocio: la creación
de valor.
Y como creación de
valor es un término que se define en el tiempo, la recomendación
de uso de métodos dinámicos se impondrá por su fiabilidad
y las múltiples posibilidades de análisis financiero que
ofrecen.
Los métodos basados
en los flujos de fondos y en especial el que considera los flujos para
las acciones, estarían en las preferencias de los analistas más
exigentes, si bien la elección de otros métodos más
simples también estará justificada en función de las
propias exigencias de cada situación.
(*) Colegiado nº
3.483