Desde el Instituto de la pequeña y mediana industria valenciana, IMPIVA, se respaldan aquellas iniciativas empresariales encaminadas a que las pequeñas y medianas empresas de la Comunidad sean cada vez más eficientes mediante una correcta planificación de sus  procesos y estrategias. El objetivo último es que las pyme afronten la  creciente competitividad y los fenómenos de globalización que  caracterizan al contexto actual. 

Una herramienta clave en la mejora de la planificación de procesos y estrategias de la pyme es la logística, término que frecuentemente se asocia con la distribución y transporte de productos terminados. Sin embargo, ésa es una apreciación parcial de la misma, ya que la logística está orientada al posicionamiento de los recursos en relación con el tiempo. 

En este sentido, para el director general del IMPIVA, Rafael Olcina, los productos y servicios que ofrecen las pyme no sólo deben ser innovadores sino que deben responder rápidamente a la demanda. “El gran potencial de la logística estriba no sólo  en mover las mercancías con rapidez y a bajo coste, sino también en su valor como instrumento para reforzar y  hacer más eficientes los procesos productivos”. 

En esta línea de apoyo, el IMPIVA ha destinado, dentro de su Plan de Ayudas a Entidades, 80.500 euros en los últimos cuatro años para el desarrollo de la logística, lo que ha  generado una inversión empresarial  de 321.884 euros.

La Comunidad Valenciana cuenta con una economía en pleno proceso de expansión. Su base la forman pequeñas y medianas empresas distribuidas territorialmente, importadoras  de materias primas y abiertas a  la  actividad exportadora  hacia los cinco continentes “hechos que la hacen aún más dependiente  -según Olcina- de una logística eficaz que se adapte a un funcionamiento flexible y en red acorde a la forma de trabajo que tenga la pyme con el objeto de hacerla más competitiva”.

Al servicio de las pyme
La logística cumple básicamente una función  de servicio para la pyme. Su adecuada  gestión afecta a todo el sistema de la empresa al tiempo que abre múltiples posibilidades en el terreno de la cooperación entre empresas, la especialización productiva, la reducción de stocks o la posibilidad de ofrecer servicios de mayor valor añadido a los operadores situados en los eslabones sucesivos de la cadena.

Es por ello, que el director del IMPIVA ha manifestado la  necesidad de que las  pequeñas y medianas empresas busquen  soluciones eficaces y creativas “para poder ofrecer un mayor valor en el mercado” como es la creación de cadenas integrales entre pequeñas y medianas empresas, las redes empresariales, la búsqueda activa de nuevas oportunidades de negocios, la mayor diferenciación de sus productos y servicios y las buenas prácticas logísticas. 
 Son muchas las ventajas que una organización puede obtener por su superioridad tecnológica, por su localización preferencial, por la calidad de sus productos o por la excelencia de sus recursos humanos. Sin  embargo, todas ellas  pierden valor si el producto o el servicio no están disponibles en el momento exacto en que los consumidores lo requieren. La velocidad de llegada al mercado y  la rapidez de dar respuesta a los pedidos de los clientes, se convierte entonces en una herramienta indispensable para crear valor y lograr una buena posición en la carrera de la competencia.

El correcto funcionamiento del sistema logístico  suministrará al cliente aquello que demanda, cómo y cuando él lo desee además de controlar y coordinar procesos de producción y aprovisionamiento, y esto redundará en amplias ventajas competitivas. 

Por una parte, se conseguirán clientes satisfechos, con lo que la logística ayudará a mejorar la fidelización y  por otra, la empresa alcanzará una mayor capacidad para exportar así como una reducción en los costes gracias a la utilización de un sistema integrado y eficiente “es por tanto, evidente que la innovación en las pyme -señala Olcina- también pasa por  invertir en un sistema logístico integral”.