450 congresistas acudieron a
la convocatoria del REA
Los economistas presentan
una propuesta de reforma de Ley de Auditoría
Organizado por el Registro
de Economistas Auditores (REA) y por el Colegio de Economistas de Madrid
y bajo el lema “La auditoría y la economía financiera del
siglo XXI al servicio de la sociedad”, tuvo lugar en Madrid, los pasados
28, 29 y 30 de octubre, el Congreso Nacional de Auditoría y Economía
Financiera. La convocatoria contó con la participación de
alrededor de 450 asistentes y cumplió con el objetivo de analizar
las reformas legislativas previstas y el nuevo entorno profesional del
economista auditor de cuentas.
El Congreso
fue inaugurado Cristóbal Montoro, Secretario de Estado de Economía,
al que acompañaban Manuel Lagares, que el mismo día 28 tomaba
posesión de su cargo como decano del Colegio de Economistas de Madrid;
José Luís Díez, presidente del REA; Fernando González-Moya,
presidente del Consejo General de Colegios de Economistas de España,
y Enrique Fuentes Quintana, presidente de la Real Academia de Ciencias
Morales y Políticas, que pronunció la conferencia inaugural.
Fernando González-Moya
destacó en su intervención el compromiso que los economistas
tenemos con la sociedad que nos formó y a la que debemos unos
servicios de calidad; una formación que nos caracteriza y nos diferencia,
respecto de otros profesionales con los que compartimos algunas de nuestras
actividades profesionales.
Fuentes Quintana
puso de relieve en su conferencia la importancia que la Contabilidad Nacional,
la Auditoría, y el Análisis Económico-Financiero han
tenido en los grandes avances económicos acaecidos en España
a partir de los años 60. En su opinión, el horizonte que
nos aguarda es muy optimista aunque existen algunos riesgos que habrá
que afrontar en los próximos años.
La mesa “Auditoría
y Sector Público” contó con la intervención de José
Barea, Catedrático emérito de Hacienda Pública de
la Universidad Autónoma de Madrid, que explicó qué
se entiende por sector público en materia de auditoria, y
la importancia de que el principal agente económico del país
esté auditado. Es necesario, para esto, la colaboración de
la auditoría privada y la pública y, por tanto, una formación
específica para no aplicar métodos privados y trasladarlos
directamente al sector público. Hizo hincapié, asimismo,
en la importancia de la evaluación expost de las políticas
públicas, un campo no explotado que deberá comenzar a cultivarse.
Para analizar
el “Entorno legal del auditor” se contó con la intervención
de Rafael Cámara, diputado y miembro de la subcomisión de
análisis y estudio de la problemática del auditor de cuentas
y su actividad, que afirmó que la reforma de la ley de Auditoría
deberá esperar a los pronunciamientos de la Unión Europea,
pero que no obstante, existen algunos problemas en España de urgente
resolución. A continuación, Karen Van Hulle, de la European
Comission Directorate General XV, defendió la necesidad de armonizar
los estándares europeos y de que la garantía de calidad fuera
equivalente en todos los Estados Miembros. La globalización es un
desafío y una oportunidad. Finalmente, Antonio Gómez Ciria,
presidente del Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas
(ICAC), se mostró de acuerdo en que no se podía legislar
de manera individual, sino armonizadamente, sobre todo en temas como el
control de calidad, las normas técnicas, el modelo de informe, la
responsabilidad, o la independencia. Asimismo, realizó algunas
propuestas sobre aquellos puntos que debían reformarse a nivel nacional,
como los exámenes de acceso al Registro Oficial de Auditores de
Cuentas (ROAC), la formación Continuada o la tipificación
de las faltas.
El Congreso
ofreció otras mesas de contenido técnico como la de “Auditoría
y tecnología”, “Los nuevos retos de la auditoría”,
“Salidas a Bolsa”, “Valoración de empresas” o “El gobierno de las
sociedades”, mesa en la que Manuel Olivencia, presidente de la Comisión
Especial para el estudio de un Código Etico de los Consejos de Administración
de Sociedades, explicó las líneas fundamentales del Código
de Buen Gobierno y los principios que lo rigen.
“Contabilidad y Siglo
XXI”, contó con una ponencia de Begoña Giner, catedrática
de Economía Financiera y Contabilidad, y miembro del COEV, sobre
“Estado actual y perspectivas de la normativa contable internacional para
el próximo milenio”. De forma paralela se desarrollaron la
de “Auditoría y fiscalidad” y “La Reforma de la Ley Concursal”,
mesa ésta última en la que Fernando González-Moya,
miembro de la Comisión de Codificación, comentó que
la reforma está resultando muy compleja por la gran cantidad de
profesionales a los que afecta, pero confiaba en que finalmente viera la
luz. Hizo a continuación un resumen de las propuestas que, como
Consejo General de Economistas, se habían realizado, alguna de las
cuales serían incluidas en el texto definitivo.
El Congreso
se clausuró con la exposición, por parte del presidente del
REA, de la propuesta de los economistas auditores sobre la reforma de la
Ley de Auditoría.
José Luís
Díez destacó los temas prioritarios a reformar en una ley
que, valorada en su conjunto y con una importante repercusión en
la información contable y el tráfico mercantil, tras 11 años
se ve necesitada de algunas modificaciones en interés de la sociedad
y de los profesionales. No obstante, en su opinión,
el momento no es el adecuado, con una legislatura prácticamente
agotada y un proyecto europeo no finalizado.
Mantener la
actual configuración de la auditoría como una actividad profesional
conforme al modelo predominante en Europa, elevar la formación de
las personas que quieran acceder a la misma, garantizar la calidad de la
auditoría legal de cuentas, mantener un órgano estatal supervisor
potenciado con la participación de las corporaciones, ceder parte
de las actuales competencias de las corporaciones, delimitar la responsabilidad
de los profesionales, velar por la independencia y por el cumplimiento
de las normas éticas, y garantizar que los profesionales habilitados
para el ejercicio de la auditoría, cuando ejerzan otras actividades
profesionales, no lo hagan en su condición de auditores, son las
condiciones que han servido de base a la confección de la propuesta
de reforma de la Ley de Auditoría.
Punto fundamental
de la reforma es la transformación del ICAC en un ente público
y la configuración del órgano de dirección de este
Instituto como un órgano colegiado participado por representantes
de la Administración, de las corporaciones de auditores y expertos
contables, de los usuarios y por independientes de reconocido prestigio.
Las competencias de este nuevo ente serían totales en materia de
examen de acceso, homologación de la formación necesaria,
registro oficial de auditores de cuentas, control técnico y de calidad,
y emisión de normas contables y de auditoría.
La propuesta
establece también las condiciones de habilitación para el
ejercicio de la auditoría, con un examen único y una formación
mínima necesaria de titulación universitaria en materias
de ciencias económicas o empresariales.
Asimismo, recoge modificaciones
respecto a la delimitación de la responsabilidad, en la tipificación
de las faltas, en la escala de sanciones y en algunos aspectos concretos
del ejercicio de la actividad de auditoría de cuentas. |