LA VISION ESTRATEGICA DE
LA EMPRESA
(*) Raquel Benavides
Espinosa
El contenido
de este artículo se enmarca en las sesiones del curso sobre "El
plan estratégico económico-financiero" organizado por la
Escuela de Economía e impartido por Salvador Vercher, economista
consultor de empresa.
En él
se detallan los factores estratégicos a considerar para realizar
un plan económico financiero que permita asegurar la viabilidad
de la empresa.
¿Quién
no ha pensado alguna vez acometer un proyecto empresarial?
¿Sabemos
si este proyecto será rentable o no? ¿Sabemos cuanto dinero
necesitaremos para realizar nuestro proyecto?. Muchos empresarios
se aventuran sin tener en cuenta todos los datos. Incluso ni en el momento
de iniciar dicho proyecto se tienen datos fiables sobre si esa inversión
puede o no ser rentable, o desconocen lo que en realidad les haría
falta para financiarla.
El proyecto
empresarial requiere o requerirá inversiones, con la necesaria financiación
de las mismas. Ello hace imprescindible una planificación económico
financiera para garantizar la viabilidad del proyecto.
La globalización
e internacionalización hacen que sea necesario obtener un
determinado grado de rentabilidad que garantice la competitividad, al menos
para asegurar la supervivencia y el crecimiento de la organización.
A medio plazo los conceptos de rentabilidad y competitividad van indisolublemente
unidos. Es necesario un equilibrio económico- financiero ya que
situaciones de crecimientos acelerados o decisiones de inversión
inadecuados, han producido el derrumbamiento de empresas rentables y consolidadas.
Este debe
realizarse a través de un plan económico-financiero que permita
anticipar en el tiempo la evolución de la cuenta de resultados,
los estados de tesorería y los balances.
Sus objetivos:
- Asegurar
la viabilidad económica financiera de un nuevo proyecto.
- Establecer
la estrategia económica financiera de una empresa a largo plazo.
- Determinar
la viabilidad / inviabilidad de una empresa o un grupo de
empresas.
- Obtener financiación permanente: de las entidades financieras,
de los
inversores.
FACTORES ESTRATEGICOS
A CONSIDERAR:
Estructuración
de las unidades de negocio con una decidida orientación al cliente.
El incremento
de competitividad y la mayor exigencia del cliente hace que la empresa
tenga que obtener un mayor grado de satisfacción para éste.
Realizar una reestructuración organizativa necesaria que conlleve
a dicha empresa a incorporar nuevos procesos y procedimientos en su nuevo
diseño organizativo, para adaptarse a las necesidades de sus clientes.
Vemos como actualmente muchas empresas crean departamentos de logística,
volcados en el cumplimiento de los plazos de entrega al cliente, consiguiendo
reducciones sustanciales de estos. También podemos ver como algunas
empresas lo que hacen es requerir los servicios de empresas especializadas
en logística, como una alternativa.
Otras crean
departamentos especializados en servicio al cliente así como en
el servicio postventa, por ejemplo RENFE, Iberia, Movistar, Airtel, Retevision
se han volcado totalmente por esta vía.
Todo esto lleva
a la creciente relevancia de los costes de comercialización, distribución,
posventa, y la mayor atención en el tratamiento y asignación
de los mismos por el sistema de gestión.
Amplitud y profundidad
de la oferta.
La reducción
de márgenes debido a la competitividad ha producido que las
empresas realicen para los clientes una diferenciación de
su producto respecto a otras empresas, e incluso una diferenciación
entre sus propios artículos o servicios, ampliando la gama de estos,
para cubrir un abanico mucho más amplio de las necesidades
de los clientes. Se consigue así una fidelización del cliente,
así como mayores cuotas de mercado.
El ciclo de
vida del producto se acorta, ya que las necesidades del cliente cambian
de forma más rápida. Debido a ello se han flexibilizado los
procesos productivos y esto hace que actualmente haya que introducir, por
ejemplo, los costes de concepción y diseño, como costes directos,
junto a fabricación y distribución.
Innovación
y capacidad de adaptación al cambio.
Las empresas
que lideran los diferentes sectores son empresas innovadoras aportando
un mayor valor añadido de forma permanente. Las organizaciones se
están viendo obligadas a introducir nuevos conocimientos y a desprenderse
de aquello que queda obsoleto. El aprendizaje fuera y dentro de las organizaciones
es una ventaja competitiva. Las empresas tienen que desarrollar sus capacidades,
en especial la capacidad de asimilación de los nuevos conocimientos
y adaptarlos a las necesidades propias de la empresa.
Cobran así una mayor importancia los departamentos de investigación
y desarrollo. Un punto nuevo a tener en cuenta es que dichos costes
se vincularan al ciclo de vida del futuro producto o servicio. Como consecuencia
de esos procesos de investigación están en un continuo proceso
de renovación y pueden acceder mejor a los distintos segmentos de
mercado.
Nuevas tecnologías.
Sin la incorporación
y desarrollo de las nuevas tecnologías industriales, de la información,
de la comunicación, no hubiera sido posible el proceso de innovación
y adaptación al cambio por parte de las organizaciones, o por lo
menos, no al mismo ritmo.
Las nuevas tecnologías
han propiciado una mayor flexibilidad en los sistemas productivos. Antes,
los costes de materiales y mano de obra podían representar por sí
solos un 80%. Actualmente los costes directos tradicionales, representados
esencialmente por los costes de materiales y mano de obra han disminuido
sustancialmente respecto al coste total del producto. Sin embargo, los
costes indirectos se han vuelto mucho más significativos y en ocasiones
llegan a superar el 50%. De todo ello, surge la necesidad de reconsiderar
su tratamiento por el sistema de gestión empresarial, para
que sea mucho más preciso si, queremos realizar una imputación
rigurosa de los mismos a los objetivos finales de coste.
Calidad como cultura.
La cultura de
la calidad ha propiciado, desde la filosofía basada en la no incurrencia
de costes por el hecho de buscar la calidad, instaurando dicho concepto
como forma de entender la propia actividad de la empresa, (escuela japonesa),
al concepto de calidad de la escuela europea que incorpora departamentos
de calidad como auxiliares de los distintos procesos (aprovisionamiento,
fabricación y distribución) y la aparición de
unos costes vinculados a la gestión de las actividades desarrolladas
por dichos departamentos.
Lo cierto es
que la calidad ha comenzado a instalarse como cultura en las empresas y
aparecen pues, los conceptos de los costes de la calidad y de la no calidad
y la necesidad de gestionar estos costes con el objeto de minimizarlos,
garantizando un adecuado grado de calidad, como fuente de rentabilidad.
Las diversas
razones por las que la empresa aplica la Gestión de Calidad son:
- Hacer
frente a la competencia.
- Responder
al aumento de las exigencias del cliente.
- Complejidad
en los procesos tecnológicos que exige la necesidad de que no
haya defectos (defecto cero).
- Adaptarse
a los cambios constantes del mercado y la incorporación de
nuevas tecnologías.
- Enfoques
participativos para la integración de los asalariados en los
objetivos globales y parciales de la empresa.
Valor añadido.
Se constata
que la mayoría de las organizaciones generan enormes cantidades
de trabajo que no beneficia al cliente. Los porcentajes de trabajo superfluo
varían, pero raramente bajan de un 20%.
No todo el tiempo
y el esfuerzo de una empresa generan valor añadido al producto dando
beneficio al cliente, sin embargo este tiempo y esfuerzo generan costes.
Hay que incorporar
e integrar el concepto de valor añadido, analizándolo, controlándolo
y evaluándolo en el modelo de gestión de la empresa.
ADECUACION
DE LOS SISTEMAS DE GESTION DE COSTES AL ENTORNO
Todos estos
cambios están propiciando nuevas necesidades de información
con objeto de que la toma de decisiones este basada en un sistema de información
adecuado a las circunstancias actuales, y que debe recoger el modelo de
gestión empresarial.
LA IMPORTANCIA DE
LOS RECURSOS HUMANOS DENTRO DE LAS ORGANIZACIONES
Sin embargo
vamos a resaltar la importancia de un factor adicional y esencial, la gestión
de recursos humanos. La tecnología, la calidad, el valor añadido
son importantes pero, además, y tanto o más importante, es
disponer de una fuerza de trabajo motivada, preparada y comprometida con
la empresa.
Las tendencias
de productividad, calidad, reducción de los ciclos temporales, perfeccionamiento
de sistemas, rediseño de procesos, sistemas de fabricación
celular etcétera, han incrementado la competitividad de muchas empresas.
El empleo de autómatas y de la robótica, los métodos
de diseño y montaje integrados de productos, han propiciado la utilización
de la tecnología como un arma estratégica en el mercado.
Sin esta gestión eficaz será difícil llegar
a alcanzar objetivos de rentabilidad y que las medidas de rendimiento evolucionen
al alza.
Las empresas
mejoran la capacidad de la mano de obra, mediante el uso eficaz de procedimientos
de selección, orientación, formación continua participación
y coordinación de los trabajadores en los puestos de trabajo. La
tecnología, sin una plantilla integrada y preparada, es una oportunidad
desaprovechada.
Concluyendo,
tanto para acometer un nuevo proyecto empresarial, como para empresas en
marcha es imprescindible analizar todos los aspectos estratégicos
para comprobar si están adecuadamente adaptados a nuestro entorno,
o es necesario cambiar la visión estratégica, ya que la empresa
se encuentra en un entorno cada vez mas dinámico.
Después
de revisar todos estos aspectos, podremos realizar el proyecto estratégico
económico-financiero de la empresa por medio de un modelo
previsional. A través del proyecto empresarial analizaremos
detalladamente la gestión del capital circulante, las necesidades
y/o excesos del capital circulante, el presupuesto de inversiones
y amortizaciones, el plan de financiación, la definición
de la política comercial (segmentación comercial, volúmenes
de venta, criterios de marginación), el presupuesto de operaciones
(ventas, coste de ventas, margen, cargas de estructura, resultado), resultados
previsionales, presupuesto de tesorería, balances previsionales.
Así podremos llegar a un diagnóstico económico-financiero
de la organización y a unas conclusiones basadas en la realidad
de la empresa y del entorno en que se desenvuelve.
(*) Colegiado nº 6.302
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