Tranquilo, con
seguridad y precisión, Fernando Zárraga se ajusta a las preguntas
que por primera vez le hace un medio de comunicación: no es un político,
es un economista, y su puesta al día en los temas que ahora le ocupan
ha sido rápida. Crítico con el escaso uso que las empresas
valencianas hacen de los fondos destinados a innovación, subraya
en cambio su dinamismo a la hora de aprovechar las ayudas de la Iniciativa
Pyme y considera que la gestión del conocimiento es uno de los pilares
más importantes de cara a los próximos años. Tras
calificar de "muy competitiva" la infraestructura y los recursos humanos
del IMPIVA, asegura que el economista juega un papel importantísimo
como intermediario entre la empresa y las nuevas tecnologías.
ECONOMISTES.-Desde
su creación, en 1984, ¿cómo valora la gestión
desarrollada por el IMPIVA hasta el día de hoy?
Fernando Zárraga.
-La valoración de un organismo como el IMPIVA es algo que corresponde
hacer a las propias empresas y que, además, lo hacen diariamente.
Con esta perspectiva,
sin embargo, existen algunos datos objetivos que nos dan una idea de lo
que el IMPIVA hace por las pequeñas y medianas empresas. Uno de
ellos es que, durante el año pasado, este organismo apoyó
cerca de 7.000 proyectos empresariales, que generaron subvenciones a las
pymes del orden de 14.000 millones de pesetas y que supusieron, aproximadamente,
unos 120.000 millones de pesetas de inversión.
Además, a lo
largo de todos estos años, el IMPIVA se ha dotado de una infraestructura
técnica y de recursos humanos muy competitiva que se articula, en
estos momentos, a través de 16 institutos tecnológicos, repartidos
por toda la geografía de la Comunidad Valenciana, que se convierten
en 24 si tenemos en cuenta las unidades técnicas y delegaciones.
Se trata de institutos muy próximos a la pyme y ubicados, geográficamente,
en las zonas donde se registra una mayor actividad del sector al que prestan
sus servicios.
Además, el IMPIVA
cuenta con cuatro centros europeos de empresas e innovación y dos
delegaciones del Instituto en Castellón y Alicante.
EC.- ¿Cree
que la Comunidad Valenciana goza, en estos momentos, de una política
de promoción industrial para las pymes adecuada a la realidad?
F. Z. -La política
industrial, como sucede con los planteamientos de gestión que tiene
la empresa, es algo que debe ir modificándose y adaptándose
al entorno en cada momento. Esta reflexión estratégica se
ha concretado en una política de promoción industrial, basada
en dos ejes fundamentales: la mejora de la gestión empresarial y
la promoción de la innovación tecnológica, éste
último dentro de un objetivo más amplio, como es la implantación
de una cultura de la innovación.
Estos dos ejes tienen
su desarrollo a través de cuatro objetivos: mejora de las técnicas
de gestión, apoyo a las pyme, fomento del desarrollo empresarial
y potenciación de las energías alternativas, recogiendo,
a su vez, aspectos como la implantación de sistemas de calidad,
diseño, cooperación y creación de empresas, apoyo
a la microempresa, etcétera.
Y todo ello haciendo
un especial esfuerzo en la mejora cualitativa del capital humano de las
empresas, lo que denominamos la gestión del conocimiento, factor
clave para la competitividad a medio y largo plazo.
EC.- ¿Cuáles
son las actuaciones prioritarias que debe abordar el IMPIVA en el presente
ejercicio?
F Z.- Lo más
importante es la implementación de esta nueva línea de política
industrial, basada en la promoción y asunción de una cultura
empresarial de la innovación, que la Generalitat Valenciana pone
en marcha para las pequeñas y medianas empresas a través
del IMPIVA, tal y como le comentaba en mi respuesta anterior. Éste
va a ser el reto para los próximos años.
Hay que aprovechar,
en primer lugar, los fondos que nos van a llegar de la Unión Europea
puesto que, desde el año 2000 hasta el 2006, vamos a ser zona Objetivo
1, y estos fondos van a enriquecer todavía más las líneas
de apoyo que la Generalitat Valenciana va a poner en marcha para las
pymes.
Tomando como referencia
el año anterior, en que terminó la Iniciativa Pyme, hay que
decir que la Comunidad Valenciana fue la región más dinámica
de toda España a la hora de aprovechar estas ayudas, llegando casi
al 40% de estos fondos para desarrollar proyectos empresariales. La idea
es conseguir, a través del IMPIVA, atraer la mayor parte posible
de esos fondos para que las empresas valencianas obtengan la mayor disponibilidad
de los mismos y poder, así, desarrollar sus proyectos.
EC.-¿Qué
política va seguir el IMPIVA en relación a las microempresas
y las pyrnes comerciales y de servicios?
F. Z -Se va
a seguir trabajando a favor de las microempresas y en el apoyo a la creación
de empresas. E1 año pasado se presentaron casi 1.500 proyectos dentro
de esta línea y, este año, se seguirá desarrollando,
intentando colaborar y coordinar acciones con las cámaras de comercio,
asociaciones empresariales y otros organismos, para intentar ampliar el
espectro. Proyectos como los Prop, Emprendedores, los Centros Europeos
de Empresas Innovadoras, los programas de apoyo a la microempresa del IMPIVA
y de otros organismos, etcétera, coordinados y bien gestionados
pueden generar sinergias positivas de gran valor para la mejora cualitativa
y cuantitativa de nuestro tejido empresarial.
No olvidemos que el
empleo no se crea si no es a través de la creación, el desarrollo
y la consolidación de empresas. Ayudando al mantenimiento de las
empresas ya existentes y apoyando la creación de nuevas empresas
estamos creando empleo. Por eso, ésta es una línea fundamental
en la que el IMPIVA va a seguir trabajando.
EC.- En cuanto a
la innovación, ¿en qué situación nos encontramos?,
¿cuáles son los problemas más importantes a los que
se enfrentan las empresas para avanzar en este aspecto?
F. Z.- Si acudimos
a las estadísticas, vemos que 1a Comunidad Valenciana no es de las
regiones mejor paradas en cuanto a fondos destinados a la innovación,
en comparación con algunas regiones europeas y también con
algunas españolas.
Por eso, desde la Generalitat
Valenciana lo que se está haciendo es coordinar todos los instrumentos
de los que se dispone en investigación, desarrollo e innovación
(lo que se ha acuñado ya con el nombre de 1+D+1) con objeto de conseguir
que toda esa innovación sea aplicable a las pequeñas y medianas
empresas de la Comunidad Valenciana.
Hay que realizar una
importante labor de acercamiento a las empresas del concepto de innovación,
que en este momento, para muchas de ellas, presenta connotaciones ajenas
a su desempeño, vulgarizando el concepto en el sentido de que innovación
no es otra cosa que adaptación constante al entorno competitivo
rompiendo la rutina y que este concepto es aplicable acodos los ámbitos
de la gestión de la pyme.
EC.- ¿Cuál
es el reto de los institutos tecnológicos para los próximos
años?
F. Z. -Los institutos
tecnológicos están ubicados en aquellos lugares donde tiene
mayor representatividad la industria para la cual trabajan, y están
muy bien posicionados de cara al nuevo planteamiento de política
industrial de introducción de la cultura de la innovación
en la empresa.
Es indudable que siempre
pueden mejorarse ciertos aspectos relativos al funcionamiento, o incluso
a la estructura de cualquier organización. Pero lo que está
claro es que el reto de estos institutos debemos plantearlo, en primer
lugar, desde el punto de vista de la captación del mayor número
posible de usuarios/empresas, de manera que los servicios mejoren tanto
cualitativa como cuantitativamente, ampliando el espectro empresarial al
que se dirigen; aquí hay una labor de divulgación y de marketing
importante a realizar.
Otro de los aspectos
clave es la dotación de las infraestructuras necesarias y, finalmente,
la coordinación de las acciones entre ellos. Éste último
es un elemento muy importante: hay que revitalizar el planteamiento de
red entre los institutos tecnológicos, y entre éstos y el
IMPIVA, con objeto de conseguir sinergías positivas, de coordinar
acciones y de no duplicar los esfuerzos, y también con el fin de
conseguir economías de escala; en definitiva, ser eficientes.
EC. -¿Opina
que el acceso de las empresas a las ayudas está lo suficientemente
facilitado?
F. Z.-Siempre
se puede hacer más accesible, alcanzar un mayor efecto de divulgación
para que lleguen a las empresas todas las líneas de ayudas de las
distintas administraciones. Sin embargo, un dato muy revelador es que durante
el año 99 el IMPIVA estudió la viabilidad nada menos que
de 17.000 proyectos. Este dato refleja que, realmente, las empresas sí
conocen cual es la oferta de ayudas del IMPIVA, y que sí que contactan
con este organismo a la hora de plantear sus proyectos.
EC. -¿Considera
que la inversión en formación es suficiente o debería
primarse más?
F. Z.- Por mucho
que se desarrollen políticas de I+D+I, que ofrezcan a la empresa
la posibilidad de integrarse a través de las nuevas tecnologías
de la información y la comunicación; a través del
diseño; o de la implantación de sistemas de calidad, si la
empresa no cuenta con unos recursos humanos formados, capaces de sacar
rendimiento a todas estas nuevas tecnologías, no habremos conseguido
nada. Es lo que se está acuñando con el nombre de la cultura
o la gestión del conocimiento y que, desde luego, es uno de los
pilares más importantes de cara a los próximos años.
EC. -¿Qué
puede aportar el colectivo de economistas al desarrollo de las pymes valencianas?
F. Z. -No puedo
dar una respuesta objetiva porque, además de ser economista, he
ocupado el cargo de vicedecano del Colegio de Economistas de Valencia,
con gran satisfacción por mi parte, durante estos últimos
años.
El economista es un
elemento fundamental en el desarrollo de la pequeña y mediana empresa.
Es indispensable para hacerle llegar todas esas políticas de innovación,
desarrollo y mejora de la competitividad, sobre todo debido al enfoque
multidisciplinar y global de la empresa del que, por su formación,
está dotado.
Lo que es evidente
es que si los recursos humanos no tienen la formación suficiente
para poder asimilar y utilizar al máximo sus posibilidades, es muy
difícil que se puedan implementar en la empresa todo este tipo de
políticas. Y aquí es donde el economista juega un papel importantísimo,
como intermediario entre la empresa y todas esas nuevas tecnologías,
y nuevas formas de gestionar.