En la década
de los ochenta, en Estados Unidos algunos gestores invirtieron importes
muy elevados en los mercados financieros con un enfoque distinto al tradicional.
El estilo de gestión al que nos referimos, llamado “alternative
investment” (gestión alternativa) era coherente con la propia
esencia de las técnicas utilizadas, que se constituían realmente
como una alternativa válida y sólida para evitar perdidas
en caso de descensos en los mercados, ya que la gestión alternativa
se basa en la baja correlación de sus resultados con la evolución
de los índices, tanto de Bolsa como de Renta Fija.
Que duda cabe que si una
cartera de inversión se revaloriza pase lo que pase en los mercados
financieros y esa revalorización acostumbra a ser, de manera sostenida
y estable, superior a lo que proporciona la inversión sin riesgo
(letras del tesoro, depósitos, FIAMM), las técnicas utilizadas
para conseguir esos resultados van a ser copiadas por muchos ya que esa
es una gestión que conduce al éxito. Y así ha sucedido.
La gestión alternativa
se ha consolidado como una vía propia de la Banca Privada reservada
para elevadas inversiones y grandes clientes, que consigue un fuerte componente
defensivo y simultáneamente mantiene un alto potencial de rentabilidad.
Este estilo de gestión persigue obtener rentabilidades estables
y sostenidas sin movimientos bruscos y sin estar expuesto a las tendencias
del mercado. Para conseguir este objetivo, este tipo de gestión
se aprovecha, a través de operaciones de arbitraje, de las ineficiencias
existentes en los diversos mercados financieros, tanto de Renta Variable
como de Renta Fija y Divisas. Además busca localizar tendencias
de mercado, alcistas ó bajistas, utilizando los futuros financieros
como principal herramienta. Las técnicas empleadas por los gestores
que realizan este tipo de gestión se han ampliado y sofisticado
enormemente. Ninguna entidad española, hasta ahora, se ha introducido
realmente en este apasionante segmento del mundo financiero. Se trata de
todo un mundo que ahora se abre al inversor particular.
Víctor Martínez
Galán.
Delegado en la C.V. de
Iberagentes |