Número 117 - 1ª Quincena Abril 1997.


Ernesto Pardo: "No estamos muy preparados para
saber lo que se nos viene encima"

LOS ECONOMISTAS ANTE EL EURO

El director financiero de LITLE KISS piensa que los criterios políticos prevalecerán sobre los económicos


Ernesto Pardo pertenece a la promoción de 1982 de la Facultad de Económicas de Valencia, aunque lleva trabajando desde que tenía 16 años. Vinculado a la empresa familiar LITLE KISS -entre las primeras en confección de ropa interior- como director financiero, desde 1991, sus declaraciones a ECONOMISTES nos presentan a un auténtico 'euroescéptico'. Considera que la llegada del euro será positiva, pero que por encima de todo, "sólo se trata de aprender las reglas del juego y el mercado en que te vas a mover".


ECONOMISTES. ¿Qué nivel de información cree que existe entre empresarios y profesionales sobre la implantación del euro?.

ERNESTO PARDO. El nivel de conocimiento es muy bajo. Por ello, iniciativas como las que está impulsando el COEV son muy interesantes. Probablemente la gente ve el tema desde una perspectiva todavía lejana pero no quedan tantos años para encontrarnos con este cambio importante. Ahora mismo, no estamos muy preparados para saber lo que se nos viene encima. Está pasando algo parecido a Maastricht y el resto de cuestiones que se han ido planteando a lo largo del proceso de la Unión Europea. Tuvimos la supresión de las fronteras que dio lugar a un tipo de actividad que provocó el que deprisa y corriendo tuviéramos que adaptarnos. Con ese mismo tema se habló de simplificación de los trámites administrativos y seguimos siendo el país con más burocracia.

EC. ¿Cree que la unión monetaria sólo depende de criterios económicos?.

E.P. Hay una sensación de que toda la culpa de lo que pasa en España y el resto de países la tiene Maastricht, y que a todos los políticos les interesa pasar de puntillas sobre el tema, justificándose como si Maastricht fuera una persona que dictara unas normas draconianas que nos obligan a todos a adaptar nuestras economías. Eso no es verdad, porque lo cierto es que va a ser un criterio político el que determine los países del primer vagón y los del vagón de cola, independientemente de tener que cumplir los requisitos nominales. Es impensable que se vaya a tomar una decisión con los fríos números, cuando estamos hablando de una unión política y social y no sólo económica.

EC. ¿Considera positivo para España la unión monetaria?.

E.P. Tengo la sensación que va a ser como siempre, es decir, habrá un tipo de empresas que saldrán preparadas desde el principio y otras que no podrán aprovechar las ventajas que el nuevo sistema presentará. Por ello, es fundamental la preparación en materia reglamentaria, administrativa, toma de posiciones de riesgo, etcétera. La obsesión de nuestro Gobierno y de todos los empresarios españoles, parece ser la bajada de tipos de interés, para potenciar el consumo y rebajar los costes. Pues bien, los tipos ya han bajado, los costes financieros se han reducido, sobre todo, en empresas de cierto tamaño, pero el consumo no se ha reactivado y la mejoría en la calle no se deja notar. Algunos sectores exportadores sí han crecido, aunque hay ejemplos como el del sector cerámico que ha entrado en una etapa de estancamiento que demuestra la competencia de otros países.

EC. ¿Qué repercusiones pronostica con la llegada del euro?.

E.P. Con el euro será mucho más difícil que haya cambios bruscos y cuando más países se incorporen, cumpliendo los requisitos, será más estable, con cierta facilidad para cumplir el objetivo de inflación. No obstante, desde el punto de vista de empresa que trabaja fundamentalmente con el dólar, yo creo que los riesgos de cambio más importantes no son con las monedas europeas. El euro puede provocar una situación más estable que nos deje en mejor situación, pero la masa monetaria que existe hoy en día y la facilidad que hay para mover capitales no creo que suponga excesivo cambio. No obstante, la posición estrictamente de la peseta debe mejorar al ir en un bloque de monedas.

EC. ¿Se notará la mejoría para la financiación en divisas?.

E.P. Simplificará el proceso, pero tenemos que tener en cuenta que eso ya existe. Quizá no esté demasiado introducido en las pymes pero no hay que ser una gran empresa para conocer este tipo de posibilidades.

EC. No le vemos muy optimista con la llegada del euro.

E.P. Pienso que será positivo, pero desde luego no creo que sea la panacea. Se trata de aprender las reglas de juego y el mercado en que te vas a mover. El euro puede eliminar algunas incertidumbres y eso es positivo, pero de ahí a pensar que la empresa española o la pyme valenciana puedan competir más, no veo la relación directa, algunas se beneficiarán y para otras será indiferente, limitándose a un pequeño ajuste administrativo.

EC. Ante este panorama ¿qué puede hacer la empresa y el profesional valenciano?.

E.P. Lo primero es obtener un buena información, aunque me da la impresión que, a nivel político, no hay excesivo interés en que estas cosas vayan trascendiendo muy rápidamente y entonces, lo que hay que hacer es recopilar toda la información posible e impulsar desde colectivos profesionales y empresariales, cursos donde se intente implicar a la Administración.

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