Carlos García Sandoval, economista por el Colegio de Alicante y ex profesor del departamento de Economía Aplicada y Política Económica de la Universidad de Alicante, y en la actualidad director general del IMPIVA, es entrevistado por ECONOMISTES, donde ofrece una visión sistematizada de las más importantes líneas de actuación de esta entidad, creada en 1984 por la Generalitat Valenciana para apoyar y mejorar la competitividad de las empresas industriales de la Comunidad Valenciana.
Partidario de seguir trabajando para que las empresas valencianas apuesten por la calidad, se muestra especialmente ilusionado por el programa 'estrella' de 1998, el denominado 'Microempresa 30', dirigido a empresas de hasta 10 trabajadores, y con el proyecto 'Europartenariat', del que espera atraer a 5.000 empresarios de todo el mundo.
La entrevista finaliza con un mensaje a todos los economistas: "el empresario
confía en su economista y si éste dispone de una completa
información del IMPIVA, todas las partes salimos beneficiadas".
CARLOS GARCIA SANDOVAL: Nosotros intentamos satisfacer las demandas que se nos van señalando desde las pymes. Los programas son los de calidad, formación, tecnológicos, cooperación empresarial, etcétera, pero este año hemos sacado un programa estrella que denominamos “Microempresa 30” con el que buscamos superar problemas como el del retraso en los pagos, excesiva burocracia y falta de conocimiento de las empresas más pequeñas, entre otros. A este programa sólo pueden acceder las empresas de hasta 10 trabajadores y con él nos comprometemos a, en un plazo máximo de 30 días, notificar, adjudicar y pagar. Otro aspecto muy destacado es que nosotros nos amoldamos a los proyectos presentados por los empresarios y no a la inversa.
EC. Aunque se haya avanzado mucho, ¿no cree que sigue existiendo una excesiva burocracia o papeleo en la tramitación para participar en los diversos programas que ofrecen?.
C. G.S. Es un problema global de todas las Administraciones y en el que todos estamos de acuerdo en simplificar al máximo los trámites reduciendo la carga burocrática. Nosotros estamos trabajando en esta línea y creo que tenemos logros concretos en algunos programas como el de calidad, donde se pide el 50% de los papeles que se solicitaban hace tres años. Pero esto no soluciona el problema y debemos seguir trabajando. En la relación con institutos tecnológicos y CEEI’s que tienen que presentar una justificación de cerca de 2.000 millones de pesetas, estamos pensando algunas soluciones mediante los soportes informáticos. Un dato importante es precisamente que el 60% de las solicitudes de becas del IMPIVA se han presentado mediante la informática y ése es un avance muy destacado.
EC. ¿Cree sinceramente que las pymes valencianas apuestan por incrementar la calidad de sus productos?.
C. G.S. Yo creo que sí. La sensibilización cada vez es mayor. Hace unos años no se sabía muy bien qué era la calidad, sin embargo hoy es un concepto íntimamente ligado a la competitividad de la empresa y eso se nota a través de la mayor sensibilidad de todas las organizaciones empresariales. Apostar por la calidad es apostar por una mayor presencia de la empresa fuera y dentro de nuestras fronteras. Nosotros tenemos un programa que promociona y sensibiliza sobre la calidad y otro que apoya financieramente mediante subvenciones comprobando que, año tras año, aumenta el número de demandas de forma muy importante. Sin embargo, hay que reconocer que todavía es escaso el número de empresas valencianas que ven completado su proceso final de calidad mediante la certificación de la marca y en ese camino hay que seguir trabajando.
EC. Es evidente que la energía es una de las principales preocupaciones de todas las empresas, ¿qué programas ofrecen desde el IMPIVA de cara al ahorro energético y las energías alternativas?.
C. G.S. La energía es una de nuestras principales preocupaciones al ser un factor determinante para la competitividad de las empresas. Desde el IMPIVA estamos ayudando al ahorro energético tanto a través de la reestructuración de instalaciones como buscando otras alternativas, además de la red de gas prácticamente ya ultimada en toda la Comunidad. Por otra parte, hace ocho meses firmamos un convenio con el Instituto de Diversificación y Ahorro Energético (IDAE), dependiente del Ministerio de Industria, con la finalidad de desarrollar, conjuntamente, un estudio sobre energías alternativas en la Comunidad Valenciana cuyos resultados esperamos tenerlos a principios de año, todo ello respondiendo a una solicitud de las Cortes Valencianas que nos pidió que se trabajara en este tema de las energías alternativas.
EC. En una reciente entrevista, usted reconocía estar estudiando ampliar el ámbito de actuación del IMPIVA a otros sectores productivos, ¿puede ampliarnos la noticia?.
C. G.S. Aunque el potencial industrial de la Comunidad es importantisimo, no podemos olvidar que hay pymes en sectores como el comercio, turismo o servicios que no están recogidas en la actuación del IMPIVA. Esta circunstancia, junto al hecho de que otras Direcciones Generales no tienen el potencial de recursos que nosotros tenemos, es por lo que consideramos fundamental no cerrarnos en unas pymes concretas y, por ello, buscamos líneas de colaboración para todas. Hay que tener en cuenta que proyectos singulares del IMPIVA, como el Europartenariat, no tendría sentido cerrarlos a empresas exclusivamente industriales y por tanto, estamos intentando abrir nuestra actuación a todas las pymes siempre que lo permita tanto la competencia con otras Direcciones Generales como nuestro propio régimen estatutario. En este sentido, también es importante destacar que en la Administración Central también se sigue esta filosofía de no cerrarse por núcleos, como demuestra el que la iniciativa pyme para el desarrollo empresarial, recientemente conseguida, también está abierta a todos.
EC. ¿Cómo van a profundizar las relaciones del IMPIVA con otras instituciones y entidades y qué objetivos persiguen con este tipo de actuaciones?.
C. G.S. Dentro de nuestro planteamiento, la coordinación y la comunicación con el tejido empresarial e institucional es básico y es el que nos da la fuerza como para plantear cualquier iniciativa. El Europartenariat es un ejemplo porque no es una iniciativa nuestra sino de todo el mundo;en él están colaborando las confederaciones, cierval, asociaciones sectoriales, ayuntamientos, cámaras, institutos tecnológicos, CEEI’s, universidades, instituciones financieras, etcétera.
EC. El IMPIVA parece apostar por la internacionalización de las relaciones de las empresas valencianas. En ese marco ¿qué objetivo se persigue con la organización en nuestra Comunidad del Europartenariat’98?.
C. G.S. El tema de la cooperación es algo novedoso que, en ocasiones, es difícil transmitir a un empresario que no entiende cómo puede establecer una colaboración con alguien que vende en un mismo mercado. Sin embargo, cuando esta operación se basa en mercados a los que no podría llegar solo, la mentalidad cambia. En ese marco, iniciativas como el Europartenariat impulsada desde la Unión Europea, puede ayudar mucho y me remito a los datos y es que el 40% de los acuerdos que se han firmado en ediciones anteriores tienen éxito y son beneficiosos para las pymes. Esta cifra creo demuestra la importancia de este evento que reunirá en Valencia a 5.000 empresas, sin olvidar que con una media de dos o tres personas por empresa, vamos a lograr que de 12.000 a 15.000 personas estén, durante cuatro días, en nuestra capital, con el valor añadido para el sector turístico. Vamos a tener la posibilidad de transmitir una imagen empresarial de nuestra Comunidad siendo capaces de organizar un evento de estas características con empresarios de todo el mundo, puesto que tan sólo 500 de las 5.000 empresas son valencianas.
EC. ¿Aprovechan suficientemente los empresarios valencianos las posibilidades que se ofrecen a través de los fondos europeos?.
C. G.S. Para el pequeño empresario siempre es especialmente complejo porque, en ocasiones con pagar la nómina ya tienen bastante. Algunas empresas grandes e institutos han entrado en programas europeos, pero es un tema que está costando, se ve muy lejos y con mucho papeleo. El planteamiento más lógico y a corto plazo pasa porque sean organismos intermedios, como asociaciones empresariales o cámaras, los que sean capaces de aglutinar esos esfuerzos empresariales. Nosotros nos estamos moviendo con resultados evidentes y siendo conscientes que cada vez va a ser más difícil.
EC. Tras la experiencia del pasado año, ¿qué conclusiones han extraído de cara a la segunda edición de los Premios Nova?.
C. G.S. Estamos ya en la fase final que culminará el próximo uno de abril y centrados por tanto, en su difusión para que las empresas se animen dentro de todos los apartados como calidad, tecnología o internacionalización, además del premio a la mejor empresa y el premio al mejor empresario. Al margen de todos los comentarios que han suscitado los premios y que, por otra parte, siempre son positivos en el sentido de no pasar desapercibidos, estamos muy satisfechos de haber logrado una gran repercusión sólo con una edición y vamos a seguir en esa línea, buscando su consolidación y prestigio persiguiendo nuestro objetivo de agradecer al empresario valenciano su esfuerzo al ver en él al principal creador de empleo y riqueza en nuestra Comunidad.
EC. Como economista y desde su amplio conocimiento del tejido empresarial valenciano, ¿qué papel cree que deben jugar los economistas valencianos en nuestras empresas?.
C. G.S. Tener en las pymes valencianas unos buenos economistas es básico. Estamos convencidos que el economista desarrolla un papel clave en todos los procesos de una empresa, con sus múltiples vertientes. No son buenas palabras para quedar bien con mis compañeros, sino que se puede constatar que mantenemos unas excelentes relaciones de colaboración con los colegios de economistas de nuestra Comunidad y, en especial, con el de Valencia, a través de una constante información que a través del COEV trasladamos a los economistas valencianos que luego, indirectamente, beneficia a la pyme. Para nosotros es muy importante tener servicios externos, tener buenos consultores como son los economistas que sean capaces de sensibilizar a la empresa en todos estos temas porque por mucho que nosotros digamos, el empresario confía en su economista y si éste dispone de una completa información del IMPIVA, todas las partes salimos beneficiadas.