El convenio de colaboración
firmado en noviembre pasado entre el presidente de Bancaja, Julio de Miguel, y el decano
del Colegio de Economistas de Valencia, José Ortega, surge de la tenacidad mostrada por
los responsables del COEV en alcanzar un acuerdo de relevancia para sus colegiados, que
les permitiera acceder a una serie de ventajas en productos financieros objetivamente
relevantes. Si se ha tardado años en lograrlo ha sido porque desde el COEV siempre se ha
considerado al economista como un consumidor experto, además de prescriptor de servicios
finacieros y, por tanto, el COEV no podía firmar cualquier acuerdo que no contuviera
productos realmente ventajosos para sus miembros. Como consecuencia de un gran número de
gestiones realizadas con diversas entidades financieras, Bancaja fue la elegida, porque
Bancaja entendió que la apuesta con los economistas valencianos requería un esfuerzo
especial, que pasaba por el reconocimiento de la singularidad de este colectivo que
asesora a miles de empresarios, trabaja en las empresas o, en definitiva, posee
conocimientos y contactos especialmente relevantes dentro del sector financiero. Y como
consecuencia de ello, el convenio es bueno para los economistas y los resultados en estos
cortos meses de andadura del mismo se han cosechado de inmediato. Los resultados a largo
plazo dependen especialmente de la correcta actualización de las condiciones que ofrece
el convenio, de las mejoras que se puedan introducir, y del propio interés del Colegio en
mantenerlo vivo, algo que hoy por hoy es innegable como lo acredita el apoyo logístico
que desde ECONOMISTES se le está dando y el trabajo de difusión que el equipo técnico
del Colegio realiza con los colegiados.
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