Acabamos de
pasar un verano en el que en los mercados mundiales ha habido una gran
volatilidad y que no han conseguido levantar la Bolsa Española por
encima del inicio del año, pero que por otra parte ha estado lejos
el catastrofismo que algunos pesimistas vaticinaban. En resumen, no hemos
vivido el mercado brillante que desearíamos, pero se conservan intactas
las esperanzas de que finalicemos el año con un índice IBEX-35
entre los 10.500 y 11.000 puntos que sería suficiente para el logro
de la rentabilidad buscada.
Voy a fijar en un trazo
esquemático las razones de la actual situación: subida de
los tipos de interés a medio y largo plazo propiciada por la necesidad
de Estados Unidos de impedir el recalentamiento de su economía.
Y no hay más. Es decir, estamos muy pendientes de lo que ocurre
en Norteamérica y pasamos de largo sobre las buenas noticias, importantes
y abundantes, que se dan en la economía europea, sobre todo en la
española.
Los perdedores de
esta situación son los Fondos FIM de renta Fija y los Mixtos (sobre
todo los que se vendieron a principios de año como gran panacea).
Los ganadores: los Fondos Sectoriales y los de Compañías
de alto crecimiento.
Quiero aprovechar
estas líneas para hablar de los UNIT LINK que están plenamente
de moda, ya que el pasado 30 de Julio el Ministerio de Economía
y Hacienda dio luz verde a su tratamiento fiscal como instrumento de inversión,
considerándolo un producto de Seguro.
Quiero proporcionarles
una opinión veraz y objetiva que permita al lector conseguir los
suficientes “puntos de luz” para saber seleccionar dentro de las decenas
de “Unit Link” que van a inundar el mercado, el mejor o uno de los mejores.
Los “Unit Link” son
un producto para la inversión que bajo la cobertura de un seguro
de vida tiene en su conjunto el tratamiento fiscal como tal. ¿Cuál
es ese tratamiento?. La existencia de exenciones fiscales a la hora del
rescate de dinero sobre los beneficios producidos, según la antigüedad
de la inversión. (30% para más de 2 años; 60%
para mas de 5; 70% para más de 8). ¿Existen otras ventajas?
Sí, otra más y muy importante: las inversiones figuran siempre
bajo la titularidad de la Entidad Aseguradora; cuando el inversor desea
cambiarlas es la citada entidad la que realmente bajo su nombre lo realiza,
no el inversor; y al ocurrir así, este no soporta las plusvalías
que se producen en los reembolsos, y no tributa, por tanto, ese 20% a Hacienda
cuando han pasado dos años, o el tipo que corresponda si ha transcurrido
menos tiempo.
Lecciones inmediatas.
Hemos hablado de seguros, inversiones, cambios. Como lo que pretendemos
es invertir más que hacer un seguro de vida, este debe ser el mínimo
posible así evitaremos gastos elevados, y como buscamos rentabilidades
y ganar dinero con el mínimo impacto fiscal (según el plazo
de la inversión), la selección de las inversiones ha de ser
lo más perfecta posible, (no Fondos de Inversión individuales
sino Cestas Diversas de Fondos), manteniendo el dinero el plazo justo sin
que haya ningún impedimento para rescatarlo cuando sea preciso,
y ello, sin coste alguno. Estoy hablando de Cestas, no Fondos. Con las
primeras podemos multiplicar los cambios y los Fondos. Lo ideal es una
selección de cestas: una de “Rendimiento” otra de “Equilibrio” otra
de “Bolsa Pura” y por último otra de “Alto Crecimiento” y no menos
de tres Fondos en cada cesta, con lo que tendremos una diversificación
perfecta.
Nos encontramos ante
una nueva posibilidad inversora de muy singulares y ventajosas características.
Esto no quiere decir que sea la única inversión para nosotros.
Se trata de una especial modalidad para englobarla junto a la gestión
de cartera que cada uno posee.
(*) El autor de este artículo,
Víctor J. Martínez Galán, miembro número 2736
del COEV, ha sido nombrado recientemente, delegado para la Comunidad
Valenciana por el Grupo Iberagentes, de su sociedad Iberagentes Activos,
S.A.