Número 212 - 2ª Quincena Octubre de 2001.

El Coev rinde homenaje a Ernest Lluch con la conferencia “La Vía Valenciana, 25 años después”
Tras un año de su muerte en atentado terrorista

 
 
Vicent Soler, economista y catedrático de Economía Aplicada, acompañado del decano del COEV, 
Fernando Zárraga, y del presidente del Consejo Social de la Universitat de València, Carlos Pascual, 
en un momento de la conferencia "La Vía Valenciana, 25 años después"

Con motivo de la reedición del libro “La Vía Valenciana”, escrito hace más de 25 años por Ernest Lluch, el Colegio de Economistas de Valencia celebró el pasado día 4 de octubre, una conferencia homenaje a cargo del discípulo y amigo personal de Lluch, Vicent Soler. A lo largo del acto se destacó la aportación que supuso y supone este libro para la historia del pensamiento económico valenciano y su aplicación, concretamente en el campo de la política económica. Asimismo se subrayó la dimensión “valencianísima” del homenajeado, dada su relación profunda y duradera con esta tierra.

La reedición del libro La Vía Valenciana sirvió de marco al COEV para rendir homenaje a Ernest Lluch con una conferencia en la que, bajo el título La Vía Valenciana, 25 años después, se analizaron las aportaciones de la obra de este economista, asesinado hace un año por la banda terrorista ETA. El acto, que tuvo lugar el día 4 de octubre, contó con la presencia de Monserrat Lamarca, compañera sentimental de Lluch, y su hija, Rosa Lluch, así como de numerosos economistas valencianos y personas del mundo académico, vinculadas al trabajo Lluch a su paso por la Universidad de Valencia. 

Al comienzo de la conferencia, el decano del Coev, Fernando Zárraga, quiso resaltar la figura de Ernest Lluch, recordando palabras de su maestro, Fabián Estapé: “se trata de un hombre académicamente brillante y de una gran cultura; que se esforzaba sistemáticamente por incrementar; que ha escrito libros importantes sobre el origen del pensamiento económico en Cataluña y del proteccionismo en este país; que tuvo que refugiarse en la Universidad de Valencia, donde creó escuela, y que es una buena persona”. 
 
Monserrat Lamarca y Rosa Lluch, a la izquierda de la fotografía, acompañadas de 
Pedro Ruiz, rector de la Universitat de València y Vicent Llombart, catedrático de 
Historia del Pensamiento Económico, no faltaron a la conferencia homenaje a 
Ernest Lluch

Primer Homenaje
A continuación aludió a la Ceremonia Anual de Acreditación de Economistas, celebrada el pasado 30 de noviembre, donde se celebró el primer homenaje del Coev a Ernest Lluch, con un minuto de silencio por su trágica desaparición unos días antes y unas emocionadas palabras por parte de Fabián Estapé, que tenía en Lluch a uno de sus discípulos predilectos. Como invitado de honor de aquel acto, Estapé señaló que ese gesto de silencio encerraba protesta y adhesión. “Sabré trasladarlo donde también hay un eco continuo y un deseo de luchar contra un mundo absurdo y privado de raciocinio”. 

Zárraga recordó que el acto significaba “la adhesión a la figura de un hombre que dejó una huella imborrable en Valencia, que perdura a través de los muchos de sus discípulos, hoy economistas, ya sea en la empresa, la docencia, la consultoría, la administración o en las cualquiera de las múltiples especialidades en las que desarrollamos nuestra actividad”. Uno de los principales valores que destacó del homenajeado fue su optimismo, algo que siempre quiso trasladar a su entorno, ya que lo consideraba una cualidad que debía prevalecer para el economista en el ejercicio de su profesión. 

El decano, señaló a Vicent Soler como motor fundamental del homenaje, dada su relación profesional y personal con Lluch, así como por ser el autor del prólogo y epílogo de la reedición de la La Vía Valenciana. Asimismo, también dio paso a la intervención de Carlos Pascual, dada su vinculación con Lluch como presidente de la Fundación Cañada Blanc, donde Lluch participó en un ciclo de conferencias poco antes de su muerte. Pascual,  presidente del Consejo Social de la Universitat de València apuntó, como moderador del acto cuatro puntos fundamentales durante su disertación. En primer lugar valoró el papel social de los colegios profesionales, seguido de una aproximación personal a la figura de Ernest Lluch, donde recordó el interés que el profesor manifestó por seguir involucrándose más en actividades desarrolladas en Valencia, durante su participación en un curso de la Fundación Cañada Blanc el año pasado. 

Trascendencia
En tercer lugar, destacó como el libro La Vía Valenciana es un claro ejemplo de vertebración y comunicación de la Universidad con el entorno económico, ya que muestra el trabajo de un catedrático que realiza su investigación pensando en el lo que le rodea. Para concluir aludió a la “gran trascendencia científica, importancia pedagógica e influencia política” que tuvo su publicación hace 25 años y “que la convierten en una gran obra”. 

Por su parte, el economista y discípulo de Lluch, Vicent Soler destacó, a lo largo de su intervención, el papel desempeñado por La Vía Valenciana dentro de la historia del pensamiento económico valenciano, ya que significa, no sólo el inicio de la etapa de madurez en los estudios de economía valenciana, sino el cambio del paradigma dominante de su análisis, descubriendo la industrialización autóctona. 

Durante su trayectoria académica en Valencia en los años 70, Lluch fue un catalizador de los esfuerzos para dotar a la docencia de un alto nivel, intentando crear un microclima universitario dentro de la Facultad de Económicas. “El actual prestigio de la facultad se debe en buena parte a la exigencia docente y al rigor que imbuyó Lluch”, subrayó el conferenciante, ya que su paso por Valencia fue más importante que en Barcelona, pues la facultad sólo contaba con cuatro años de vida. 

Así, en este libro aparecen investigaciones inéditas en las que se marca un camino hacia el mayor rigor, superando estudios meramente descriptivos. La reedición de la obra conserva íntegro el texto original, cuyo título sugiere que, si cada país hace su propio camino en la historia, los valencianos también crean su propia vía. Todo ello desde un análisis profundo de los planteamientos de Joan Fuster, con él que establece un debate sin prejuicios, siempre desde la admiración.

Nueva visión
En la obra, Lluch plantea una visión alternativa a la visión hegemónica de la economía valenciana de estos tiempos: el agrarismo, y descubre la industrialización autóctona: la de las pymes, que es la que existe actualmente. Así, en muchas de sus páginas rectifica el pensamiento reiterado de la obra de Joan Fuster, Nosaltres els valencians, sobre la no industrialización de la economía valenciana, haciendo la primera revisión que existe sobre este autor. Soler destacó que, para Lluch, en el año 1962, había algo más que artesanía en la manufactura valenciana, ya que los grandes cambios estructurales que se producen en la economía durante la década de los 60 no hubieran sido posibles sin una base preindustrial preexistente. Sostendrá que la diversificación de la economía valenciana desde principios del siglo XIX era mayor de lo que se había pensado.

Esta nueva visión expuesta por Lluch permitirá crear en la propia universidad unas grandes líneas de política industrial, que terminaron haciéndose realidad a través de algunos discípulos de Lluch en el primer gobierno de la Generalitat. Así, la creación del Impiva, los institutos tecnológicos, el IVEX o el impulso y remodelación de la Feria y la Bolsa son, según Soler, respuestas a las sugerencias que, explícita o implícitamente, están contenidas en las últimas páginas  de La Vía Valenciana.

Hoy, 25 años después de la primera edición del libro, la economía valenciana se encuentra en unos nuevos escenarios, caracterizados por los procesos de globalización, la unión monetaria europea, las nuevas tecnologías de la información y comunicación, donde la mayoría de los problemas que planteó Lluch permanecen, pero con la diferencia de que ahora es necesario hacerles frente sin dilación, apuntó el ponente.

Sin embargo, el economista aludió a la capacidad de resistencia y el poder de recuperación ante circunstancias adversas que siempre ha demostrado el tejido económico valenciano. Añadió, que la empresas valencianas siempre se han fortalecido ante mayores niveles de competitividad, superando los cambios políticos y la crisis económica de los años 70 y 80 o la unión monetaria del 99. Estas esperanzas fundadas en las posibilidades que teníamos y tenemos los valencianos, están negro sobre blanco escritas hace 25 años en las páginas de La Vía Valenciana, resaltó Vicent Soler. De ahí que la obra represente el punto de inflexión hacia estudios económicos más maduros y profundos. 

Relación con Valencia
El ponente quiso resaltar la dimensión “valencianísima” del homenajeado, dada la relación profunda y duradera, de carácter sentimental e intelectual, que mantenía con Valencia, desde que comenzó a impartir clases sobre Historia de las Doctrinas Económicas y de la Organización Económica Internacional, en el curso 1970/71. Según Soler, Lluch siempre llevaba el país dels valencians en su corazón, ya que “su estancia entre nosotros le va a marcar para siempre y nunca va a perder el contacto y, sobre todo, siempre va a tener especial preocupación en como va a concretarse la larga transición democrática en estas tierras”. 

Para concluir, el conferenciante recordó a Ernest Lluch como un enamorado de la verdad, un apasionado del discurso riguroso, un universitario pletórico de sabiduría y modestia, un ciudadano militante de la tolerancia, pero también un economista valenciano, “que siempre llevaremos en el corazón como el nos llevaba a nosotros. Seguir su ejemplo será, sin duda, nuestro mejor y verdadero homenaje”.

 
Para todos aquellos colegiados que estén interesados en escuchar la conferencia homenaje a Ernest Lluch "La Vía Valenciana, 25 años después", podrán encontrarla íntegra en RealAudio en la sección de "Sólo Colegiados" de la web del Colegio de Economistas de Valencia. (http://www.coev.com)