Número 222 - 2ª Quincena Marzo de 2002.

NOTICIAS FINANCIERAS

¿Está la Bolsa norteamericana cara? La Bolsa americana sigue, a pesar de la caída a lo largo de 2001, con unos niveles de precios muy superiores a los que históricamente ha tenido, con ratios de precios bursátiles sobre beneficios (PER) aún muy altos. Es lógico, por tanto, que en este contexto haya inversores que piensen que la Bolsa debe aún bajar más para ponerse, de nuevo, a unos niveles razonables de acuerdo con la historia. Este último argumento no es necesariamente válido. Si la mejora de la productividad en Estados Unidos fuese real, ésto significaría que la economía puede crecer a tasas superiores a las del pasado.
La complejidad de la crisis financiera es grande, y su impacto en la economía real, indiscutible. De ahí que resulta necesario tomar la medicina de asumir la realidad: las expectativas de crecimiento de muchas empresas en Estados Unidos siguen estando, posiblemente, sobrevaloradas, y necesitan una corrección. La Reserva Federal ya no puede bajar mucho más los tipos de interés. Esperar que un posible plan de la administración Bush para bajar impuestos pueda llegar a ser aprobado por el Congreso americano, es casi una utopía. En cambio, sí es factible asumir con realismo la situación. Cuanto antes lo hagamos, antes aplicaremos el remedio oportuno al enfermo, colocando así los cimientos de una recuperación económica que sea sostenible.
La suerte que tenemos en Europa es que las bolsas aquí crecieron menos y la euforia en los años del boom fué menor. En este sentido, en Europa, el impacto negativo de la economía real es mucho más moderado.

Víctor Martínez Galán
Economista