Número 176 - 1ª Quincena Febrero.

El IMPIVA apuesta por la implantación de una cultura de la innovación
El organismo autonómico generó 14.000 millones de pesetas en subvenciones, durante 1999

El IMPIVA apuesta por la implantación de una cultura de la innovación
Tranquilo, con seguridad y precisión, Fernando Zárraga se ajusta a las preguntas que por primera vez le hace un medio de comunicación: no es un político, es un economista, y su puesta al día en los temas que ahora le ocupan ha sido rápida. Crítico con el escaso uso que las empresas valencianas hacen de los fondos destinados a innovación, subraya en cambio su dinamismo a la hora de aprovechar las ayudas de la Iniciativa Pyme y considera que la gestión del conocimiento es uno de los pilares más importantes de cara a los próximos años. Tras calificar de "muy competitiva" la infraestructura y los recursos humanos del IMPIVA, asegura que el economista juega un papel importantísimo como intermediario entre la empresa y las nuevas tecnologías.
 

ECONOMISTES.-Desde su creación, en 1984, ¿cómo valora la gestión desarrollada por el IMPIVA hasta el día de hoy?

Fernando Zárraga. -La valoración de un organismo como el IMPIVA es algo que corresponde hacer a las propias empresas y que, además, lo hacen diariamente.

Con esta perspectiva, sin embargo, existen algunos datos objetivos que nos dan una idea de lo que el IMPIVA hace por las pequeñas y medianas empresas. Uno de ellos es que, durante el año pasado, este organismo apoyó cerca de 7.000 proyectos empresariales, que generaron subvenciones a las pymes del orden de 14.000 millones de pesetas y que supusieron, aproximadamente, unos 120.000 millones de pesetas de inversión.

Además, a lo largo de todos estos años, el IMPIVA se ha dotado de una infraestructura técnica y de recursos humanos muy competitiva que se articula, en estos momentos, a través de 16 institutos tecnológicos, repartidos por toda la geografía de la Comunidad Valenciana, que se convierten en 24 si tenemos en cuenta las unidades técnicas y delegaciones. Se trata de institutos muy próximos a la pyme y ubicados, geográficamente, en las zonas donde se registra una mayor actividad del sector al que prestan sus servicios.

Además, el IMPIVA cuenta con cuatro centros europeos de empresas e innovación y dos delegaciones del Instituto en Castellón y Alicante.

EC.- ¿Cree que la Comunidad Valenciana goza, en estos momentos, de una política de promoción industrial para las pymes adecuada a la realidad?

F. Z. -La política industrial, como sucede con los planteamientos de gestión que tiene la empresa, es algo que debe ir modificándose y adaptándose al entorno en cada momento. Esta reflexión estratégica se ha concretado en una política de promoción industrial, basada en dos ejes fundamentales: la mejora de la gestión empresarial y la promoción de la innovación tecnológica, éste último dentro de un objetivo más amplio, como es la implantación de una cultura de la innovación.

Estos dos ejes tienen su desarrollo a través de cuatro objetivos: mejora de las técnicas de gestión, apoyo a las pyme, fomento del desarrollo empresarial y potenciación de las energías alternativas, recogiendo, a su vez, aspectos como la implantación de sistemas de calidad, diseño, cooperación y creación de empresas, apoyo a la microempresa, etcétera.

Y todo ello haciendo un especial esfuerzo en la mejora cualitativa del capital humano de las empresas, lo que denominamos la gestión del conocimiento, factor clave para la competitividad a medio y largo plazo.

EC.- ¿Cuáles son las actuaciones prioritarias que debe abordar el IMPIVA en el presente ejercicio?

F Z.- Lo más importante es la implementación de esta nueva línea de política industrial, basada en la promoción y asunción de una cultura empresarial de la innovación, que la Generalitat Valenciana pone en marcha para las pequeñas y medianas empresas a través del IMPIVA, tal y como le comentaba en mi respuesta anterior. Éste va a ser el reto para los próximos años.

Hay que aprovechar, en primer lugar, los fondos que nos van a llegar de la Unión Europea puesto que, desde el año 2000 hasta el 2006, vamos a ser zona Objetivo 1, y estos fondos van a enriquecer todavía más las líneas de apoyo que la Generalitat Valenciana va a poner en marcha para las  pymes.

Tomando como referencia el año anterior, en que terminó la Iniciativa Pyme, hay que decir que la Comunidad Valenciana fue la región más dinámica de toda España a la hora de aprovechar estas ayudas, llegando casi al 40% de estos fondos para desarrollar proyectos empresariales. La idea es conseguir, a través del IMPIVA, atraer la mayor parte posible de esos fondos para que las empresas valencianas obtengan la mayor disponibilidad de los mismos y poder, así, desarrollar sus proyectos.

EC.-¿Qué política va seguir el IMPIVA en relación a las microempresas y las pyrnes comerciales y de servicios?

F. Z -Se va a seguir trabajando a favor de las microempresas y en el apoyo a la creación de empresas. E1 año pasado se presentaron casi 1.500 proyectos dentro de esta línea y, este año, se seguirá desarrollando, intentando colaborar y coordinar acciones con las cámaras de comercio, asociaciones empresariales y otros organismos, para intentar ampliar el espectro. Proyectos como los Prop, Emprendedores, los Centros Europeos de Empresas Innovadoras, los programas de apoyo a la microempresa del IMPIVA y de otros organismos, etcétera, coordinados y bien gestionados pueden generar sinergias positivas de gran valor para la mejora cualitativa y cuantitativa de nuestro tejido empresarial.

No olvidemos que el empleo no se crea si no es a través de la creación, el desarrollo y la consolidación de empresas. Ayudando al mantenimiento de las empresas ya existentes y apoyando la creación de nuevas empresas estamos creando empleo. Por eso, ésta es una línea fundamental en la que el IMPIVA va a seguir trabajando.

EC.- En cuanto a la innovación, ¿en qué situación nos encontramos?, ¿cuáles son los problemas más importantes a los que se enfrentan las empresas para avanzar en este aspecto?

F. Z.- Si acudimos a las estadísticas, vemos que 1a Comunidad Valenciana no es de las regiones mejor paradas en cuanto a fondos destinados a la innovación, en comparación con algunas regiones europeas y también con algunas españolas.

Por eso, desde la Generalitat Valenciana lo que se está haciendo es coordinar todos los instrumentos de los que se dispone en investigación, desarrollo e innovación (lo que se ha acuñado ya con el nombre de 1+D+1) con objeto de conseguir que toda esa innovación sea aplicable a las pequeñas y medianas empresas de la Comunidad Valenciana.

Hay que realizar una importante labor de acercamiento a las empresas del concepto de innovación, que en este momento, para muchas de ellas, presenta connotaciones ajenas a su desempeño, vulgarizando el concepto en el sentido de que innovación no es otra cosa que adaptación constante al entorno competitivo rompiendo la rutina y que este concepto es aplicable acodos los ámbitos de la gestión de la pyme.

EC.- ¿Cuál es el reto de los institutos tecnológicos para los próximos años?

F. Z. -Los institutos tecnológicos están ubicados en aquellos lugares donde tiene mayor representatividad la industria para la cual trabajan, y están muy bien posicionados de cara al nuevo planteamiento de política industrial de introducción de la cultura de la innovación en la empresa.

Es indudable que siempre pueden mejorarse ciertos aspectos relativos al funcionamiento, o incluso a la estructura de cualquier organización. Pero lo que está claro es que el reto de estos institutos debemos plantearlo, en primer lugar, desde el punto de vista de la captación del mayor número posible de usuarios/empresas, de manera que los servicios mejoren tanto cualitativa como cuantitativamente, ampliando el espectro empresarial al que se dirigen; aquí hay una labor de divulgación y de marketing importante a realizar.

Otro de los aspectos clave es la dotación de las infraestructuras necesarias y, finalmente, la coordinación de las acciones entre ellos. Éste último es un elemento muy importante: hay que revitalizar el planteamiento de red entre los institutos tecnológicos, y entre éstos y el IMPIVA, con objeto de conseguir sinergías positivas, de coordinar acciones y de no duplicar los esfuerzos, y también con el fin de conseguir economías de escala; en definitiva, ser eficientes.

EC. -¿Opina que el acceso de las empresas a las ayudas está lo suficientemente facilitado?

F. Z.-Siempre se puede hacer más accesible, alcanzar un mayor efecto de divulgación para que lleguen a las empresas todas las líneas de ayudas de las distintas administraciones. Sin embargo, un dato muy revelador es que durante el año 99 el IMPIVA estudió la viabilidad nada menos que de 17.000 proyectos. Este dato refleja que, realmente, las empresas sí conocen cual es la oferta de ayudas del IMPIVA, y que sí que contactan con este organismo a la hora de plantear sus proyectos.

EC. -¿Considera que la inversión en formación es suficiente o debería primarse más?

F. Z.- Por mucho que se desarrollen políticas de I+D+I, que ofrezcan a la empresa la posibilidad de integrarse a través de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación; a través del diseño; o de la implantación de sistemas de calidad, si la empresa no cuenta con unos recursos humanos formados, capaces de sacar rendimiento a todas estas nuevas tecnologías, no habremos conseguido nada. Es lo que se está acuñando con el nombre de la cultura o la gestión del conocimiento y que, desde luego, es uno de los pilares más importantes de cara a los próximos años.

EC. -¿Qué puede aportar el colectivo de economistas al desarrollo de las pymes valencianas?

F. Z. -No puedo dar una respuesta objetiva porque, además de ser economista, he ocupado el cargo de vicedecano del Colegio de Economistas de Valencia, con gran satisfacción por mi parte, durante estos últimos años.

El economista es un elemento fundamental en el desarrollo de la pequeña y mediana empresa. Es indispensable para hacerle llegar todas esas políticas de innovación, desarrollo y mejora de la competitividad, sobre todo debido al enfoque multidisciplinar y global de la empresa del que, por su formación, está dotado.

Lo que es evidente es que si los recursos humanos no tienen la formación suficiente para poder asimilar y utilizar al máximo sus posibilidades, es muy difícil que se puedan implementar en la empresa todo este tipo de políticas. Y aquí es donde el economista juega un papel importantísimo, como intermediario entre la empresa y todas esas nuevas tecnologías, y nuevas formas de gestionar.
 

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