Número 182 - 1ª Quincena Mayo de 2000.

NOTICIAS FINANCIERAS
 
Es de todos conocido que la semana bajista del 10 al 15 de abril se culminó con un importante descenso en Wall Street (el 5,9%). En el hecho en sí habían concurrido dos factores: el pesimismo sobre la sostenibilidad de las valoraciones de las empresas tecnológicas y el mal dato de inflación USA que ponía en duda lo que se ha dado en llamar nuevo paradigma al permitir el crecimiento constante sin inflación.

Distingamos, lo que es un crash, o lo que simplemente se trata de una corrección, y dispongamos así de las luces necesarias para saber dónde nos encontramos ahora, al menos, de momento.

En los últimos 20 años, hemos vivido 2 crash en las bolsas mundiales. El primero de ellos ocurrió en octubre de 1987. El índice Dow Jones estaba situado entonces en los 2.500 puntos y nuestro Ibex-35 se encontraba en 3.400. En mes y medio, el Dow Jones se colocó en 1.750 y el Ibex-35 en 2.200. Supusieron caídas del 30% y 35%, respectivamente. El segundo tuvo lugar en el verano del 90 (guerra del Golfo). En su inicio, tanto el Dow como el Ibex marcaban 2.900 puntos. Pérdidas, pues, del 17% y 31%.

Desde ese período ha habido varias correcciones importantes: crisis asiática de octubre del 97, crisis financiera internacional del verano del 98 y, por último, el tercer susto, aunque de manera más técnica vamos a llamarle corrección, se está produciendo en estos días. Comenzó en marzo y su denominación es crisis tecnológica. Se han sufrido descensos hasta hoy del 14% y 10% en uno y otro índice. Partíamos de los siguientes valores: Ibex: 12.968, Dow: 11.750. ¿Recuerdan los 3.400 y 2.500 respectivos de cuando ocurrió el primer crash, 1987, aquí comentado?.

La conclusión sería que entre los crash y las correcciones hay un largo espacio y la Bolsa (mejor mediante Fondos por la diversificación) es en el tiempo, no en el momento, con gran diferencia, la mejor opción inversora a pesar de las volatilidades del mercado. Volatilidades con las que hay que contar siempre. Aún diré más: es la única forma de multiplicar, en períodos largos, el patrimonio en varias veces.
 
 
 

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