Número 185 - 2ª Quincena Junio de 2000.

Leopolodo Pons: “El ejercicio del asesoramiento fiscal va a quedar mucho más delimitado y cualificado”
El economista valenciano es nombrado presidente del Registro de Economistas Asesores Fiscales

Leopoldo Pons Albentosa, economista asesor fiscal miembro del Colegio de Economistas de Valencia, ha sido nombrado recientemente presidente del Registro de Economistas Asesores Fiscales (REAF) en sustitución de Estanislao Rodríguez-Ponga, al haber sido designado éste, director general de Tributos del Ministerio de Hacienda. El REAF es un órgano especializado del Consejo General de Economistas, creado en 1989, que aglutina a cerca de 4.000 economistas de toda España.
Inspector de Finanzas del Estado en excedencia, Pons es un destacado economista valenciano que ha ocupado a lo largo de su carrera profesional cargos de responsabilidad en la Junta de Gobierno del Colegio de Economistas de Valencia, habiendo sido co-director de las 16 ediciones habidas del Master en Tributación de la citada institución.

ECONOMISTES. - ¿Cómo se produce su nombramiento como presidente del Registro de Economistas Asesores Fiscales?

LEOPOLDO PONS. – El Registro de Economistas Asesores Fiscales es un organismo del Consejo General de Colegios de Economistas. Tiene unos estatutos, donde la elección de los cargos del Consejo Directivo se someten a un mecanismo democrático. Sin embargo, Estanislao Rodríguez-Ponga, anterior presidente del REAF, fue nombrado director general de Tributos, por lo que presentó su dimisión y el Consejo Directivo del REAF a su propuesta, me nombró presidente para el período interino hasta que se convoquen elecciones. Espero que la confianza que han depositado en mí, la pueda corresponder desempeñando el cargo de la mejor de las maneras. 

EC. - ¿Cuál entiende que debe ser el papel del REAF y su objetivo fundamental?

L.P. – El REAF es un organismo técnico. Presta servicios a  un colectivo de economistas que desarrolla una actividad específica como es la asesoría y  consultoría fiscal. En ese marco, las razones técnicas de información, orientación y de incidencia hacia el propio colectivo, dota de mucho contenido las funciones del propio organismo. La presidencia lo que hace es coordinar los esfuerzos del consejo directivo y de la secretaría del REAF,  de los colectivos externos que colaboran con nosotros. 
Después están todas las funciones de relación, institución, comunicación, tanto con los propios organismos del propio Consejo General de Colegios de Economistas como con los órganos multiterritoriales de los Colegios de Economistas, de las Comisiones Fiscales. En un tercer plano están las relaciones institucionales con la Universidad, Ministerio de Hacienda,  Confederación Fiscal Europea...

EC. – En concreto, ¿cómo cree que debe ser esa relación con la Hacienda Pública?

L.P. – La Hacienda Pública y el Ministerio de Hacienda actual desarrollan dos tipos de actuaciones sobre las que el REAF tiene mucho que decir. Una de ellas es la parte técnico-consultiva e interpretativa, en la que creemos que es importante incidir para que el Ministerio de Hacienda tenga una visión más rica de la que se derivaría de estar exclusivamente en el lado de la mesa de la exacción de los impuestos. Otra de las áreas importantes es la de sensibilizar a los órganos directivos para que evacuen las reformas, las adecuaciones del sistema tributario español que, en nuestra opinión, no están funcionando bien o pueden funcionar mejor. 

EC. - ¿Qué servicios destinados a los miembros se pondrán en marcha en un futuro próximo? 

L.P. – Los productos editoriales, de información y de orientación, que el Registro ha ido construyendo desde la década de los 80 se han conformado en función de la madurez de la organización, la experiencia y las demandas. En ese sentido, surgió una revista que se ha consolidado como un servicio de información de carácter cada vez más recurrente. Es una revista técnica de información y orientación, trasladando doctrina administrativa y artículos de opinión. Hay otro producto informático, que intenta trasladar al colectivo material de trabajo normativo, constructivo, con la gran ventaja de su maleabilidad, a través del cual los miembros del REAF capturarán información a través de su ordenador y la adecuarán, en función de sus necesidades, tanto para formación interna como externa.  El primer número o paquete informático saldrá a lo largo de este mes de junio.

EC. - ¿Cuál es el elemento diferenciador del economista asesor fiscal frente a otros asesores fiscales?

L.P. – Las grandes dificultades de la asesoría fiscal son, en primer lugar, la enorme movilidad y de frontera de la codificación técnica. No hay una sóla norma en materia tributaria que no sufra varias codificaciones en el calendario fiscal. 
El segundo parámetro de los tributos es su enorme pluridisciplinariedad lo cual requiere un conocimiento de la actuación económica de los mismos, ya que son una manifestación económica de la sociedad civil del estado de derecho.
Por lo tanto, los economistas, por  su formación base, disponen del  cuerpo académico idóneo para aplicar y entender, desde una perspectiva consultiva, el sistema tributario español. 

EC. - ¿Hacia que servicios debe encaminar el economista su proyección profesional en el futuro? 

L.P. – Todo el sistema tributario español está modificándose, de forma que el ejercicio del asesoramiento fiscal va a quedar mucho más delimitado y cualificado. Todas aquellas labores de mera intendencia, gestión, cumplimentación de papeles, tuvo gran interés en los años 80 y ahora queda fuera del ejercicio profesional. Hay un gran colectivo de contribuyentes que dejarán de ser llamados al cumplimiento de sus obligaciones tributarias y las cumplirán de forma automática. Pero hay otro colectivo de contribuyentes que quedarán definidos en las geografías del análisis, del estudio de lo que es la aplicación de los tributos, tanto de una manera exante -reflexión respecto a las economías de acción- como inmediata, en los procesos de cumplimentación y obligación. 

EC. - ¿Cuál es mercado natural de los economistas en el ámbito tributario?

L.P. – Es el mercado de las empresas y de las personas físicas que desarrollan actividades económicas o que tengan perfiles tributarios donde se dan bases imponibles,  que por razón de cuantía o dificultad, requieren un análisis.

EC.- ¿Cómo se estructura actualmente esta actividad profesional en España frente a otros países?

L.P. – Este es un tema muy debatido, respecto a lo que sería la regulación del ejercicio profesional de la asesoría fiscal. No existe en el ámbito europeo ni en ninguno de los países desarrollados una regulación autónoma de lo que denominamos asesor o consultor fiscal. Existen determinadas formaciones académicas que, al igual que están capacitadas para especializarse en determinadas áreas, se especializan en esto. 

EC. – La regulación de la actividad que se estudia actualmente en Europa, ¿será aprobada en un futuro próximo?

L.P. – La Dirección General de las Comunidades se manifestó en contra de una regulación que, por un lado, empañase la libertad de los mercados en el ejercicio profesional y, que por otro, complicase lo que son las homologaciones de los procedimientos profesionales del mundo de la economía y el derecho. 
De momento, no se va a realizar la reforma. No existe unanimidad de opinión, pues hay países miembros que piensan que la regulación no es una actuación conveniente y hay otros países que piensan lo contrario. 

EC. – Además de un conocimiento profundo del sistema impositivo español, ¿qué formación específica necesita un economista que quiera introducirse en este campo profesional?

L.P. – Un economista necesita un conocimiento del lenguaje de las empresas, de lo que es la información económico-financiera y los conocimientos los derivados de lo que sería la formación de las antiguas especialidades dentro de la actuación de empresa.  Hoy por hoy, un conocimiento profesional de las claves que integran la función de producción empresarial es absolutamente necesario para el asesor fiscal. Es imposible abordar la problemática de sucesión de empresas, funcionamiento de pequeños holding... si no tienes una formación sólida en management, evolución de los mercados, adaptación de empresas, etcétera.

EC. – Tras 16 años de trabajo, ¿a qué atribuye el éxito del Master en Tributación de la Escuela de Economía del COEV?

L.P. – Yo creo que el master se construyó a partir de dos elementos determinantes. En primer lugar se huyó de cursos aproximativos a la materia e iniciamos una estructura de gran profundidad, con una omnicomprensión del sistema tributario español. El master tiene una construcción, unos contenidos, que lo han hecho válido durante mucho tiempo. En segundo lugar, el master ha contado con un colectivo de docentes y expertos en el ejercicio profesional difícilmente igualable. Estos elementos han alejado al master de fórmulas más propias de la universidad. Creo que otro elemento de base es que aquellos masters más sólidos del mercado están pensados para periodos lectivos de dos años de duración. Nosotros hemos exigido mucho más al colectivo, que tiene que recoger una cantidad ingente de información en un sólo año.

EC. - ¿Qué cambios se van a producir en la prestación de servicios y que influirán directamente en la actividad profesional del economista asesor fiscal?

L.P. – Creo que un futuro no muy lejano, la Hacienda Pública española cambiará radicalmente sus reglas de relación con los contribuyentes significativos, aquellos de actividad económica sobre los que se hará la consultoría. Hasta ahora, esto funciona en un perspectiva más de ruleta rusa, de planes de gestión, liquidación... y este colectivo es llamado de una manera asistemática. Eso produce unas reglas de consultoría, asesoría  y representación, que hasta ahora han funcionado desde una perspectiva muy disfuncional. Esto va a cambiar y en un futuro se dará una relación mucho más cotidiana. Los colectivos de profesionales centraremos mucho más las carteras en un número reducido de clientes, más selectivo, con un producto más profundo... y eso abrirá mucho más el mercado a los economistas, aunque será un mercado más depurado.

EC. – Se acaba de modificar el IRPF y se habla de una nueva reforma ¿En qué cree que va a consistir?

L.P. - Muchos aspectos de ese impuesto pueden ser reformados para conseguir tres cosas: una, la mejora en la identificación y simplificación del impuesto; en segundo lugar, la homogeneización respecto al tratamiento de las personas físicas en nuestra frontera tributaria frente a nuestros vecinos; y en tercer lugar, el objetivo común de continuar aligerando la carga tributaria en aquellos tramos de colectivo donde el capital humano y el esfuerzo personal es determinante. Aquí es donde menos se ha notado la reforma.
 
EC.- ¿Es inevitable esta constante reforma en materia tributaria que se produce en nuestro país?

L.P.- Si, y no sólo en España. Los hechos económicos, las formas de la actividad económica, la tecnología son aspectos que varían todos los días y esto produce una redefinición constante de elementos que gravan esa actividad económica. Por tanto, vamos a seguir viviendo con un sistema tributario extremadamente móvil, variable y también modificativo.

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