El pasado 3 de
octubre, el Colegio de Economistas de Valencia inició sus actividades
formativas de] nuevo Curso académico con la Sesión de trabajo
.com ercio electrónico como opción estratégica,
que fue organizada en colaboración con las empresas AITANA y Nacho
Lavernia y Asociados. El acto, dirigido especialmente a gerentes, directores
de empresas y economistas cuya actividad está relacionada con la
gestión y estrategia empresarial contó con la asistencia
de cerca de 200 personas, en su inmensa mayoría colegiados, quienes
tuvieron la ocasión de asistir de forma gratuita. Fueron sus ponentes
José María Guarch, José Carlos Ramos, Enrique Vidal
y Nacho Lavernia, actuando de moderador Juan Manuel Pérez Mira,
vocal de la Junta de Gobierno del COEV y presidente de la Comisión
de Nueva Economía, quien en su intervención indicó
que éste era el primer acto organizado a propuesta de la citada
comisión.
Durante los últimos
años, la aparición de nuevas tecnologías ha sido una
constante dentro de todos los sectores del mundo empresarial.
Uno de los más fuertemente
afectados ha sido el informático, cuyo impacto ha sido tan grande
que basta mirar unos años atrás y recordar cuáles
eran los grandes proveedores informáticos para comprobar que la
mayoría de ellos en el momento actual no existen y han sido reemplazados.
¿Cuál es la
conclusión?. Ni las propias empresas líderes del sector han
sido capaces de incorporar la gran cantidad de tecnologías emergentes
en sus ordenadores y acertar con las ganadoras.
El futuro no es muy distinto,
el número de nuevas tecnologías crece de forma exponencial
y sus períodos de maduración decrecen de una forma drástica,
y las empresas, que tienen sus procesos de gestión soportados por
sus sistemas informáticos, se ven en la necesidad de optar por las
ganadoras si quieren mantenerse dentro del actual contexto competitivo.
¿Serán capaces?.
Según comentó
en una pasada conferencia Lou Gerstner. actual gerente de IBM, la informática
a lo largo de la historia ha sufrido dos grandes transformaciones. La primera
se produjo con la aparición de las estaciones de trabajo, las conocidas
pantallas, lo que obligó a las empresas a modificar todos
sus desarrollos informáticos basados fundamentalmente en papel
-los famosos listados- por otros que pudieran manejar los nuevos terminales.
Esta revolución, se produjo a lo largo de dos décadas y con
una característica fundamental: al ser todos los procesos internos,
el ritmo de implantación lo marcaba la propia empresa.
La aparición de los
PC's no supuso un cambio sustancial, se añadió funcionalidad,
pero los programas siguieron funcionando.
En el momento actual, una
nueva fuerza aparece en el mercado, Internet, basada en el enorme e imparable
desarrollo de las comunicaciones, y esta vez los plazos para canalizar
esta nueva fuerza no serán décadas; como mucho, años,
y pocos. Ante esta situación, ¿cuál debe de ser la
postura a adoptar por el mundo empresarial?: la de siempre, aplicar el
sentido común. Un sector que se desconoce, repleto de nuevas tecnologías
y en continuo cambio nos ofrece una única salida: aplicar estándares,
buscando la máxima integración de nuestros procesos de negocio
y recurrir a empresas especializadas que nos permitan concentrar los recursos
en las actividades propias de nuestros negocios.
Nadie en el momento actual
se plantearía reparar su coche y aun siendo así, sería
totalmente incapaz de absorber los continuos avances que este sector ofrece.
La tecnología por la tecnología carece de sentido, lo importante
es la funcionalidad que a través de ella podamos obtener. Lo mismo
sucede con Internet, que no es más que un conjunto de tecnologías
donde lo verdaderamente importante es que nos permiten construir un nuevo
canal de hacer negocio y este canal va a suponer un profundo
cambio en la actual concepción del mundo empresarial.
Nuestra actual economía,
basada en la lucha de productos sufrirá una profunda transformación
configurándose un nuevo concepto: los Modelos de Negocio.
Los tradicionales conceptos de precio, calidad y servicio se ven complementados
con nuevas aportaciones: facilidad, disponibilidad, tiempo, ahorro de costes...
Todo ello supone un total
replanteamiento de las formas de hacer en donde debemos ser cautos.
Aunque su crecimiento es explosivo, dos dudas nos acompañan: su
real intensidad y su rapidez de implantación, y muchas veces los
ejemplos más notables de su implantación (periódico
digital. intermediario financiero, etcétera) no son los reales paradigmas.
Estamos ante la punta de
un iceberg y su real alcance lo vemos confuso. Aclaremos algunos conceptos.
Un concepto primario dentro de esta nueva economía es el de portal.
Difícilmente si preguntamos
a un conjunto de personas su definición nos dará una misma
respuesta. Internet nació como un medio de comunicación potente
pero complicado, caótico y falto de reglas; navegar dentro de él
se iba haciendo cada vez más complicado y el mercado reaccionó
aportando soluciones.
La primera fue aglutinar
en un único punto los servicios más buscados por los internautas
y apareció el primer portal de servicios con un éxito
rotundo. tanto que sus usuarios eran capaces de pagar por su utilización
(AOL.com).
Paralelamente, un segundo
enfoque tomó fuerza, la creación de buscadores, que
permitían localizar dentro de la Red la información deseada
(YAHOOi) y el éxito fue similar, lo que motivo la reacción
de las principales compañías de telecomunicaciones.
Habían localizado
un medio por el que los clientes no sólo pagaban sino que además
conllevaba la venta de sus propios servicios de telefonía y se lanzaron
a la creación de sus propios portales de servicios, con grandes
expectativas de éxito (Terra, eresMas, ya.com, etcétera),
pero el exceso de ofertas y la drástica reducción de las
tarifas aplicadas, obligó a un radical cambio en sus objetivos.
La imposibilidad de cobrar
tarifas de conexión y la reducción de ingresos por tráfico
(tarifa plana) solo les ofrecía un camino para obtener beneficios:
vender. El comercio electrónico fue su nueva arma y para poder
vender era necesario ofrecer servicios que atrajeran a los posibles compradores.
Grandes campañas publicitarias -no siempre entendidas- se lanzaron
y la compra de empresas que aportaran clientes fueron los caminos
más utilizados para alcanzar con rapidez los niveles mínimos
de usuarios que estos grandes portales exigían para poder sobrevivir,
vendiendo en base a un publico no siempre orientado a la compra.
Las previsiones actuales
son que sólo un 20% de estos grandes portales sobrevivirán
y serán indiscutiblemente los más grandes: la carrera ha
comenzado.
Pero, ¿cómo
se configura un portal?. En primer lugar, por el tipo de producto
vendido, con dos grandes bloques: productos soft, es decir todos
los susceptibles de ser digitalizados (información, música,
transacciones, etcétera) tenderán a tener un canal puro:
Internet.
¿Tiene sentido ir
a un banco para hacer una transferencia?, ¿compro un CD con 24 canciones
que normalmente no puedo oír al comprarlas y luego sólo me
gustan dos?, o ¿lo escucho por Internet y sólo compro las
dos que me gustan y las bajo por Internet a mi propio CD, DVD) etcétera?.
El segundo bloque,
los productos hard, que tendrán un canal híbrido y
las empresas tradicionales tendrán que aprovechar y protegerse de
los canales electrónicos.
Y entre estos dos extremos,
toda una gran gama de grises. Es caro vender un libro por Internet a portes
pagados pero lo verdaderamente caro es mantener una gran tienda en el centro
de una ciudad.
En segundo lugar, por tipo
de comunicación. Portales destinados a la venta directa a
clientes finales conocidos como B2C (Bussines to Customer) y los destinados
a comunicarlas empresas con sus clientes/proveedores B2B (Bussines to Bussines),
Los segundos son sobre los que se prevé un máximo desarrollo:
las empresas serán B2B o no serán.
El tercer factor será
el tipo de asociación.
Ya hemos visto los grandes
portales generalistas (Terra, etcétera); en el extremo opuesto
se encuentran los verticales, constituidos por sectores donde por su elevado
grado de madurez prácticamente no existe la competencia:
el automóvil. Un comprador de un Mercedes difícilmente
dudará frente a un Corsa, pero el que compre un Corsa,
con toda seguridad visitará a sus directos competidores y solicitará
la mejor oferta de] momento, la importancia de la compra lo merece. Ante
esta situación, ¿por qué no publicar las ofertas
directamente en un mismo portal y mantener una única exposición
de vehículos, reconfigurando la actual red de concesionarios?.
Y, ¿cuál es
el camino de las pymes?. Sólo dos posibles soluciones
se les ofrecen; o acudir directamente al mercado o buscar compañeros
de viaje con un único fin: configurar una oferta que permita,
dentro de un único portal, que su cliente objetivo pueda
satisfacer todas sus necesidades de compra; si todas no son cubiertas las
buscará en otro portal y a lo mejor no vuelve.
Como está ocurriendo
en el pequeño comercio frente a la gran superficie, la única
forma de luchar es la asociación y la especialización
y en estos dos puntos es donde deben concentrar todas sus energías.
Cuatro fases se prevén
en este proceso de asociación. En la primera, la empresa venderá
sus propios productos (oferta básica), en la segunda, buscará
completar su oferta con productos de otras empresas co-selling,
posteriorniente se lanzarán campañas de venta conjunta
co-marketing y al final se tenderá hacia una marca única
co-branding.
Pero, ¿cuáles
son los pasos que una empresa debe seguir para poder diseñar su
negocio en la Red?.
En primer lugar, asumir
que Internet es un nuevo canal de venta y como tal su implantación
debe basarse en una decisión estratégica de la empresa; es
una nueva forma de hacer negocio sobre unos nuevos clientes objetivo; solamente
puede existir un líder: la gerencia.
En segundo lugar, definir
un claro público objetivo, definir su negocio en la Red y
ser capaces de mantenerlo. Para ello cuatro fases son de necesario cumplimiento:
Segmentar, buscar afinidades de compra. Personalizar, anticiparse
a sus necesidades, solucionar problemas, ofrecer intermediación,
ahorrar tiempo, mejorar procesos. Fidelizar, exceder las expectativas,
construir relaciones y gestionarlas, comunicarse, y Lanzar, conseguir
atraer a nuestro público objetivo.
En tercer lugar, contar
con un buen diseño tecnológico es esencial para el éxito
del proyecto. Cuando decidimos abrir una tienda, buscamos una buena ubicación,
el mejor decorador, un escaparatista que haga atrayente nuestros productos,
seleccionamos personal y lo educamos de acuerdo con nuestras directrices
y todo esto lo vamos a hacer ahora desde una pantalla de ordenador.
El enfoque, la estructura,
un contenido bien organizado, el estilo, la imagen corporativa, presentación,
navegación, rapidez, amenidad, accesibilidad, innovación,
etcétera, son factores imprescindibles que reclaman la presencia
de especialistas en este tan especial medio de comunicación.
Y por último, la
logística. Dos de cada tres compras efectuadas por Internet no han
llegado a su destino o han sido devueltas. La compra interactiva requiere
procesos de negocio interactivos.
La conexión del nuevo
canal con nuestros actuales sistemas es esencial y puede llevar consigo
la necesidad de rediseñar nuestros propios procesos de negocio.
¿Está nuestra
empresa preparada para vender, servir, facturar y cobrar sin la intermediación
de nuestras actuales redes de ventas?. En muchos casos, será necesario
recurrir a empresas de logística externas a nuestras organizaciones
que nos puedan garantizar el cumplimiento de los plazos convenidos con
nuestros nuevos clientes efectuano el envío e incluso el almacenaje
y gestión de nuestros productos.
Y cuando lo tengamos toda
funcionando, que no se nos olvide comunicárselo al mercado. Una
bien diseñada campaña de comunicación puede ser imprescindible
para que nuestros actuales y futuros clientes conozcan nuestros nuevos
servicios, y no dejemos de valorar el apoyo que nuestras actuales redes
de ventas pueden aportar.
Como publicaba la consultora
Gartner Group: Internet es caro, es difícil, pero no es optativo.
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